Al igual que lo hicieron los valencianos más pequeños durante las Fallas, los niños alicantinos menores de 12 años seguirán tirando petardos como siempre. Eso sí, respetando los límites de edad ya establecidos para cada categoría.

Aunque la Unión Europea planteó prohibir a los pequeños que manejaran pólvora, el Gobierno aprobó el pasado 10 de marzo una moratoria (de un año) de la restrictiva directiva europea, justificándose en la «arraigada tradición» de los productos pirotécnicos en las fiestas de la Comunitat, y a raíz de las peticiones de Les Corts Valencianes, de los ayuntamientos de Valencia, Castellón y Alicante y de «grupos y asociaciones del sector».

Esta normativa europea establecía en 12 años la edad mínima para tirar petardos de clase I (los menos ruidosos) y establecía que tenían que venderse siempre en envases, nunca sueltos.

Los petardos de clase II (riesgo muy reducido, pero pensados para usar al aire libre en áreas confinadas) los utilizarían los chicos de 16 años y los de clase III (riesgo medio y que se disparan al aire libre, en áreas amplias y abiertas) estarían reservados para los mayores de 18 años.

Además, esta normativa limitaba los decibelios de las mascletaes a no más de 120, cuando, en estas grandes exhibiciones de ruido, se sobrepasan los 150. La moratoria impedirá rebajar los kilos de pólvora en las mascletaes y que los niños tiren petardos, (sólo hasta 2008).

No tendrán que esperar a Hogueras para disfrutar de la nueva moratoria. Y es que a partir del viernes se volverán a escuchar los trabucos, las tracas y los petardos que lanzan al aire, y como si de un juego se tratara, los más pequeños. Decenas de niños que forman parte de las filaes cristianas y moras del popular barrio alicantino de San Blas, ya tienen preparados su artillería y sus mechas para inundar las calles de ruido y sonido al ritmo que marca la músicas moras y cristianas. Y eso será sólo un anticipo de lo que se vivirá en Alicante durante la celebración de las Hogueras de San Juan.