Guapísimo, con unas cremalleras estratégicamente situadas, más bajo de lo esperado, con media hora de retraso y ropa prestada porque le habían perdido las maletas en el aeropuerto. Así se presentó Adrien Brody. El actor neoyorquino ofreció ayer su primera rueda de prensa en España desde que fichara como imagen de una marca de tónica.Habló mucho de su última película, Manolete, y menos de amores. Así, afirmó que lo más doloroso del rodaje fue ajustarse la taleguilla, «sobre todo para una persona que siempre ha llevado pantalones holgados». Y desmintió, tajante, los rumores sobre un posible romance entre él y Penélope Cruz: «El personaje de Pe sedujo a Manolete, yo entonces tenía las manos llenas y ella no pudo seducirme».