"En la Sábana Santa hay indicios de vitalidad en el cuerpo de Cristo"

  • La Sábana Santa de Turín demuestra que en el cuerpo no existía rigidez cadavérica.
  • Habla de resurrección biológica.
  • Para el doctor no existe contradicción entre fenómeno histórico y fe.
Miguel Lorente
Miguel Lorente
Miguel Lorente

Miguel Lorente, médico forense y profesor asociado de Medicina Legal en la Universidad de Granada ha levantado una gran polémica con la publicación de su libro "42 Días. Análisis forense de la crucifixión y la resurrección", presentado el pasado viernes, en el que mantiene la tesis de que Jesúcristo no murió en la cruz sino que permaneció en un extraño coma durante tres días.

En su libro, el médico, de 44 años, asegura que al descolgarle de la cruz y tumbarle después en el suelo, el cuerpo de Jesucristo pudo tener efectos al distribuirse mejor la sangre y facilitarse los mecanismos respiratorios.

¿Se puede hacer un análisis forense 2.000 años después y sin cadáver?

Sí. No será completo porque faltan elementos, pero siguiendo la estructura del análisis forense y criminalístico podemos analizar elementos físicos de la época y verificar su autenticidad. Por ejemplo, la presencia en la Sábana Santa de restos de polen de Jerusalén de la época en que vivió Jesús.

¿Qué elementos sostienen su teoría?

En la Sábana Santa hay indicios de vitalidad en el cuerpo de Cristo. Los restos de sangre indican que existía coagulación, algo imposible en un cadáver. Asimismo, la imagen dibujada en el sudario muestra una hipertonía muscular que no se corresponde con la rigidez cadavérica. Las contracturas en diferentes partes del cuerpo pudieron deberse al shock traumático provocado por la pasión y la crucifixión.

De ahí el coma. ¿Qué pasó después?

Los restos del sudario muestran que el cuerpo fue lavado según la tradición judía, con mirra y aloe. Es probable que quienes se encargaron del cuerpo percibieran signos de vida y cuidaran de Cristo hasta que despertó. La falta de conocimientos científicos de la época hizo que se explicara el fenómeno como la resurrección al tercer día.

¿Ha derribado la ciencia un dogma de fe?

No pretendo ir en contra de la fe sino explicar una situación extraordinaria para la época. Ciencia y fe son dos planos distintos que no deben mezclarse. La ciencia no va a desbancar ninguna creencia y la fe no debe basarse en elementos materiales para demostrar sus dogmas.

No pretendo ir en contra de la fe sino explicar una situación extraordinaria para la época.
¿Le han llamado ya del Vaticano o de la Conferencia Episcopal?

De momento no porque es pronto. Posiblemente alguien verá la polémica en mi libro, aunque nunca lo he pretendido. Entiendo que tiene un titular difícil porque la materia que analiza es muy sensible. Sin embargo, es posible compatibilizar los dos planos de los que hablaba antes.

¿Es usted creyente?

Sí. Fui criado en la fe católica y aunque soy crítico con algunas cosas de la Iglesia, aún queda el sentimiento profundo; eso sí, sin la imagen de Dios como el señor de la barba blanca. Es bueno criticar lo que uno comparte.

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