¿Qué sabe Zapatero?

Desde hace semanas, era un rumor extendido que algo se cuece en la estrategia antiterrorista.

El último debate parlamentario, que oficializó la ruptura entre los dos partidos nacionales, no discurrió por la unidad nacional y la estructura territorial, sino por la estrategia antiterrorista.

Socialistas y populares llegaron muy lejos en sus descalificaciones, azuzados por inquietudes no confesadas. Sabemos lo que se dijeron, pero no por qué, ni para qué.

¿Qué saben o temen como para deslizarse por esa pendiente? El presidente Zapatero debe de tener alguna información que le lleva a pensar cómo emular a Espartero. Un síndrome que tuvieron Suárez, Arzalluz, González y Aznar, que imaginaron que iban a recibir las armas de los terroristas y diseñar el escenario del fin de la violencia.

Desde hace semanas era un rumor extendido que algo se cuece en la estrategia antiterrorista. Lo dicho por Otegi en Anoeta el pasado 14 de noviembre cobró valor, más aún tras las elecciones vascas. En ese rastro se sitúa la entrevista de Ibarretxe en la Moncloa. Lo apuntó Rodríguez Ibarra, que no habla a tontas y a locas. El extremeño reclamó discreción, paciencia y prudencia, virtudes, desgraciadamente, poco frecuentes. Las bombas de ETA este fin de semana dejan la tarjeta de visita de que el monstruo asesino está vivo. Zapatero no tiene aún ningún muerto durante su mandato, pero no por sus méritos. Aspira al fin de la violencia (la paz tardará más), pero sabe que puede abrasarse en ello. El discurso de que al terrorismo se le rinde sin pacto es más compacto y menos arriesgado, aunque cueste más vidas, coste endosado a los terroristas.

En este contexto los populares han decidido que a los socialistas ni agua; mientras, Zapatero se aproxima a la fiera, con pocas garantías y mucha osadía.

fgurbaneja@wanadoo.es

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