Al respecto, ha destacado la importancia de adquirir productos de calidad ya que "en reiteradas ocasiones" se ha podido comprobar cómo en bazares y tiendas de bajo coste se venden disfraces y accesorios maquillajes que no cumplen con la normativa.

Por ello, apunta la necesidad de que en estas fechas se incrementen los controles y las inspecciones de establecimientos que venden este tipo de artículos para "garantizar que todo producto de estas características se encuentre expuesto a la venta con todas las garantías de seguridad pertinentes conforme a la legislación vigente".

En este sentido, recuerda que los disfraces para menores de 14 años se consideran juguetes y, entre otras cuestiones, deben tener la marca CE que garantice que los tejidos tienen una combustión lenta o advertir la existencia de piezas pequeñas o peligrosas. En los de adultos deben cumplir el etiquetado de las prendas textiles, indicando nombre, dirección y el NIF del fabricante, comerciante o importador, número de registro industrial en el caso de prendas fabricadas en España y composición del producto.

En cuanto a los precios, se han comparado que es amplio ya que se pueden encontrar desde los 7 euros hasta 55 eruos, dependiendo del tipo de traje, calidad de la tela, y si el usuario es un niño pequeño o un adulto. No obstante, la mayoría de disfraces se sitúan entre 10 y 20 euros.

CONSEJOS

Así, se debe comprobar que los disfraces siempre deben cumplir el etiquetado de las prendas textiles, indicando nombre, dirección y el NIF del fabricante, comerciante o importador, número de registro industrial en el caso de prendas fabricadas en España y composición del producto, así como figurar la marca CE, además de aportar información como la edad recomendada, las advertencias de utilización y los datos de identificación del fabricante o responsable del producto. Así mismo, el etiquetado debe estar en español.

En el caso de los complementos, hay que prestar especial atención a las máscaras ya que deben disponer de orificios suficientemente grandes para garantizar la correcta ventilación, y evitar así la asfixia. En cuanto a las pelucas, debemos cuidar que estén elaboradas con materiales resistentes al fuego, como el nailon o el poliéster.

Del mismo modo, se debe extremar la precaución con el maquillaje por el riesgo de que estos productos no hayan sido sometidos a los controles dermatológicos adecuados, por lo que puedan producir alergias. Normalmente, su etiquetado no suele reflejar la composición y, en muchos casos, estas pinturas pueden contener plomo, una sustancia perjudicial para la piel y la salud.