Mas recurre la decisión del TSJC de investigarle por desobediencia en la consulta del 9-N

  • El presidente de la Generalitat aduce que no incurrió en un delito de desobediencia al mantener la votación alternativa.
  • Mas cree que no existía un mandato "expreso" del Tribunal Constitucional.
  • También han recurrido la vicepresidenta Joana Ortega y la consellera Irene Rigau.
El presidente catalán, Artur Mas, durante la comperencia que ha ofrecido en el Palau de la Generalitat, tras convocar las elecciones para el 27 de septiembre de 2015.
El presidente catalán, Artur Mas, durante la comperencia que ha ofrecido en el Palau de la Generalitat, tras convocar las elecciones para el 27 de septiembre de 2015.
EFE/Alejandro García
El presidente catalán, Artur Mas, durante la comperencia que ha ofrecido en el Palau de la Generalitat, tras convocar las elecciones para el 27 de septiembre de 2015.

El presidente de la Generalitat, Artur Mas, la vicepresidenta, Joana Ortega, y la consellera de Enseñanza, Irene Rigau, han recurrido este jueves la decisión del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) de investigarle por desobediencia en el 9-N, alegando que el Gobierno y la Fiscalía "consintieron" la consulta alternativa al no forzar su prohibición "expresa" por parte del Tribunal Constitucional (TC).

El presidente de la Generalitat, la vicepresidenta y la consellera de Enseñanza han presentado este jueves los recursos de súplica ante la sala civil y penal del TSJC contra su decisión de admitir a trámite las querellas por el 9-N, ante los indicios de que desobedecieron al TC al mantener la consulta alternativa.

En sus recursos, los miembros del Govern aducen que no existió "un mandato expreso, concreto y terminante" del TC que prohibiera la consulta alternativa, pese a que este dictó el 4 de noviembre una providencia suspendiendo cautelarmente el proceso participativo, como es preceptivo siempre que el Gobierno interpone recurso.

Polémica querella

Los recursos esgrimen los argumentos aducidos por la Junta de Fiscales del TSJC, que se opuso por unanimidad a la presentación de una querella por el 9-N, si bien el ex fiscal general del Estado, Eduardo Torres-Dulce, impuso finalmente su tesis con el apoyo de la Junta de Fiscales de Sala y forzó una denuncia articulada "a través de un insólito puente aéreo procedimental", según el escrito presentado por el abogado de Ortega.

Su recurso recuerda que la querella "fue anunciada en sus términos y fecha de presentación por representantes del PP, confirmada por el Fiscal General del Estado, rechazada por la Junta de Fiscales de la Fiscalía Superior de Catalunya, apoyada por la Junta de Fiscales de Sala, ordenada por el Fiscal General del Estado, y finalmente, presentada y suscrita por el Fiscal Superior de Catalunya". A su juicio, esto "pone de manifiesto las serias dudas que tiene el Ministerio Público respecto de la existencia de indicios de criminalidad".

Las defensas recuerdan que la resolución del TC no iba acompañada de una advertencia expresa de que podría incurrirse en desobediencia si se incumplía su resolución, sin que el Gobierno y la Fiscalía instaran "un incidente de ejecución con la finalidad de lograr el cumplimiento efectivo de la providencia citada".

Al no hacerlo, las defensas interpretan que el Ejecutivo central o bien aceptaba que los actos preparatorios del 9-N no constituían un incumplimiento de la resolución del TC —como en su opinión parece desprenderse 'de las declaraciones públicas efectuadas por algunos miembros del Gobierno esos días'— o bien "falló en la diligencia debida y consintió esa situación".

"Las mismas observaciones son también extrapolables al Ministerio Fiscal", añaden los recursos, que subrayan que la acusación pública "no emprendió ninguna acción legal sobre este tema hasta la formulación de esta querella, y consintió de esa manera que se llevaran a cabo todos los actos que ahora se presentan como constitutivos de delito".

Resolución imprecisa

Los recursos, que reproducen fragmentos del acuerdo de la junta de fiscales del TSJC reticentes a la querella del 9-N, insisten en que el mandato del TC era "impreciso y general" y que, además, "desoía la solicitud de la Abogacía del Estado de que su resolución incluyera una mayor precisión, así como una advertencia al Gobierno de la Generalitat".

Las defensas alegan, además, que el gobierno catalán pidió el 7 de noviembre una aclaración al TC sobre su providencia, por considerar que estaba redactada de forma "indeterminada y abstracta", pero que esa petición no fue resuelta por el Constitucional hasta el 4 de diciembre pasado.

"Por lo tanto, la no resolución de la aclaración redunda en la inconcreción", agrega el escrito de Mas, que reprocha que se traslade al presidente catalán una responsabilidad penal por unos actos que el propio TC "no dejaba claro si estaban incluidos en su ámbito de aplicación o no".

Otro de los argumentos esgrimidos en los recursos es que la providencia del TC del 4 de noviembre no fue notificada a Mas hasta dos días después a través de una carta certificada, por lo que según las defensas "solo pueden tener relevancia penal los hechos acontecidos con posterioridad a esa fecha". Por ello, el recurso presentado por la defensa de Mas concluye que las conductas imputadas al presidente catalán "no se subsumen en la negativa abierta, contumaz y reiterada, dispuesta en el delito de desobediencia".

La defensa de Mas, Ortega y Rigau por la querella del 9-N se ha encargado a abogados particulares: el letrado de cabecera de CiU Xavier Melero en el caso del presidente y, en el de Rigau, el despacho Molins & Silva, que también ha representado en numerosas ocasiones a cargos de la formación nacionalista. Por su parte, el recurso interpuesto por Joana Ortega lo firma su pareja, el letrado Rafael Entrena.

"Lo que se pretende es la imputación de los legítimos representantes de un Govern por su actuación política vehiculada de manera democrática, responsable, pacífica y respetuosa con la legalidad. Es obvio que esto no puede ser objeto de una instrucción penal", considera en el escrito el abogado de Ortega, Rafael Entrena, que pide al TSJC revocar la admisión a trámite de las querellas.

Mostrar comentarios

Códigos Descuento