Una treintena de embarcaciones de los mariscadores de las Cofradías de Mugardos, Fene y Ferrol impieron este lunes por la mañana la entrada del buque gasero "Galicia Spirit" a la planta de Mugardos.

El gasero es el primero de estas características que suministrará gas licuado a la planta de Reganosa, construida en el interior de la ría.

La actuación, que culminó con la retirada del buque, se produjo en coincidencia con la pleamar diurna, el único momento del día en el que este puede entrar en la ría.

Los mariscadores confían en que el "Galicia Spirit" no intente volver a entrar con la pleamar nocturna, a las 20.00 horas.

La oposición a la entrada del buque estuvo liderada por el Comité Ciudadano de Emergencia de la Ría, cuyo portavoz Carmelo Teixeiro, señaló que se trata de un "acto ilegal", pues la empresa pretende hacer las primeras pruebas de los tanques con el propio gas, cuando puede hacerlas con agua.

Peligro para el marisco

Además de los peligros que comporta la presencia de una planta de regasificación en el interior de una ría de las características de la de Ferrol y su proximidad a las poblaciones, los mariscadores consideran que su entrada en funcionamiento provocará la mortandad del marisco, ya que verterá agua por debajo de la temperatura natural en la zona.

El buque , cargado con 140.500 metros cúbicos de gas natural licuado, es un metanero que pertenece a la flota de Unión Fenosa.

Denuncias "por daños y de manera individual"

Por su parte, Reganosa ya ha anunciado que denunciará "por daños" a todas las personas que identificó la Guardía Civil del mar cuando impidieron la entrada del gasero. Además, lo hará "de manera individual y no como colectivo".

Reganosa también precisó que el 'Galicia Spirit' "cumple todas las normas específicas" desarrolladas por Capitanía Marítima en un informe sobre entrada de metaneros en la ría de Ferrol, del 27 de abril, y cuenta, por tanto, "con el visto bueno del Ministerio de Fomento".

Por su parte, el subdelegado del Gobierno en A Coruña, José Manuel Pose, reclamó  "responsabilidad" a los mariscadores de Ferrol que impidieron la entrada del buque.