A la hora de presentar su solicitud, el centro se negó a darle los nueve puntos que le corresponderían por tener dos hermanos matriculados allí porque, según la orden de admisión, para conseguirlos los padres deben presentar, junto con el libro de familia, el certificado de matrimonio o de inscripción en el registro oficial de parejas de hecho.

«Me he sentido muy dolida al ver que por unas leyes mal hechas no se consideran hermanos iguales por variarles el primer apellido», explica la madre del niño en una queja remitida al Justicia de Aragón.

Fernando García Vicente ha enviado una recomendación al Departamento de Educación para que los centros primen la condición de hermanos de los escolares antes que la situación legal de sus padres.

La de esta madre es una de las cinco quejas que ha recibido hasta ahora el Justicia de Aragón relacionadas con el proceso de admisión de alumnos.

Las restantes son dos peticiones para que se incluya en el apartado de enfermedades (que dan un punto) la intolerancia al huevo y las compulsiones febriles, una reclamación porque un centro que descartó alumnos para este curso tiene una plaza vacante sin cubrir y una queja por la dimensión de las zonas de escolarización. El Justicia ya está preparando una recomendación sobre el mapa escolar.