De la 'operación Calderón' al "Manhattan de Arganzuela"

  • El nuevo proyecto, que planta dos enormes rascacielos en la zona del estadio del Atlético de Madrid, cuenta con el rechazo de vecinos y oposición.
  • El proyecto inicial planteaba edificios de no más de nueve plantas de altura.
  • El Ayuntamiento deberá pagar el 43% del coste de soterramiento de la M-30.
Exterior del estadio Vicente Calderón.
Exterior del estadio Vicente Calderón.
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Exterior del estadio Vicente Calderón.

El Pleno del Ayuntamiento de Madrid aprobó este miércoles, con los votos en solitario del PP y la oposición del resto de grupos políticos, el último gran cambio urbanístico de la ciudad, que llega después de 10 años de retrasos jurídicos, la quiebra de una inmobiliaria y tres frustrados sueños olímpicos: la operación Mahou-Calderón, un proyecto que convertirá la zona de la antigua fábrica de cerveza y el estadio rojiblanco en un espacio con rascacielos, pisos, zonas verdes y una M-30 soterrada.

La obra, que estará terminada en el 2022, según los planes del Consistorio y de la constructora FCC (promotora de la operación), cuenta también con el rechazo unánime de los vecinos de la zona, que ya la han bautizado como "el Manhattan de Arganzuela".

El Atlético, a La Peineta

La operación supondrá el derribo del Vicente Calderón (la fábrica de Mahou lleva tres años demolida) y el traslado del club al estadio de La Peineta, cuyas obras de reforma está previsto que acaben en 2017, aunque en este momento se encuentren paralizadas. Según ha recordado este miércoles el Consistorio, es el Atlético de Madrid quien está pagando las obras de La Peineta, que costarán 195 millones de euros, y la parcela sobre la que se levanta, valorada en más de 41 millones.

Rechazo de los vecinos

Las asociaciones de vecinos de Arganzuela se manifestaron este miércoles frente a la puerta del Consistorio para mostrar su rechazo al proyecto. Según ellos, el Consistorio planea construir un "Manhattan" en Arganzuela: más de 2.000 viviendas libres para un distrito con 154.000 vecinos donde hace falta, al menos, "un instituto, una biblioteca, un centro de salud, un polideportivo y un centro social", según un portavoz de la Federación de Asociaciones de Vecinos de Madrid (Fravm): "Crea una zona densamente urbanizada en un área en la que faltan recursos, lo que saturará aún más los servicios públicos, y hará aumentar el tráfico en la zona", asegura el mismo portavoz.

La oposición la critica en bloque

Durante el debate para su aprobación, los partidos de la oposición (PSOE, IU y UPyD) han acusado al Gobierno municipal de hacer "un urbanismo a la carta de los promotores" y de haber convertido un buen proyecto, que apoyaron en su día, en una "salvajada" y una "barbaridad".

En concreto, se critican dos nuevos rascacielos que se levantarán donde antes iba a haber una zona verde y el dinero que el Ayuntamiento destinará para soterrar la M-30 "en beneficio de la iniciativa privada". El Gobierno local destinará 60 millones para enterrar la vía de circunvalación, el 43% del coste de la obra. El resto lo pondrá FCC.

Dos enormes rascacielos

Y es que principal cambio que se aprecia respecto al proyecto inicial son los dos enormes rascacielos de 36 plantas, algo más altos que la Torre Madrid de Plaza de España, que se levantarán en la zona del estadio, aunque la delegada de Urbanismo y Vivienda, Paz González, ha asegurado "no se ha cambiado ningún planteamiento inicial" y que "siempre estuvieron previstas las torres". El plan ordena un ámbito de 204.218 metros cuadrados situado junto al río Manzanares.

La edificabilidad total será de 175.365 metros cuadrados, de los que 48.054 serán para desarrollar la edificabilidad asignada y 156.164 se destinarán a dotaciones públicas. Los edificios de viviendas se concentrarán en cuatro nuevas manzanas en los terrenos de la cervecera, en medio de un parque que formará parte de los nuevos 36.333 metros cuadrados de zonas verdes. Las obras comenzarán en 2015 y se desarrollarán en tres fases, la primera de las cuales será la demolición del Calderón.

La factura total de las obras de la Operación Mahou-Calderón ascenderá así a 393,75 millones de euros: 168,9 millones de la urbanización Las viviendas están destinadas a personas de clase media y media-alta, aunque FCC todavía no ha detallado cuánto costarán. También se han incluido dos nuevos bulevares ajardinados que bajarán desde la Puerta de Toledo y otro paseo hacia la Glorieta de Pirámides.

¿En qué consistía antes el proyecto?

La operación se empezó a idear por 2004, y por entonces contaba con el apoyo de IU y PSOE. Planeaba una zona verde en la zona del Vicente Calderón y 2.000 viviendas en los terrenos de Mahou, todo lo cual le saldría totalmente gratis al Ayuntamiento, sin coste alguno. En 2007, cuando se presentó el primer borrador del proyecto, la altura de los edificios no superaba las nueve plantas en la zona de la antigua fábrica de la cervecera y las cuatro cerca del río.

¿Por qué la obra ha sufrido tantos retrasos?

Se debe a la suma de varios factores. Primero fue la quiebra en 2008 de la constructora que en un principio se iba a hacer cargo del proyecto: Martinsa. FCC recogió más tarde el testigo. Además, el fracaso de los Juegos Olímpicos de 2012, 2016 y 2020 hizo que se cambiaran varios detalles del proyecto.

Pero la razón principal son las paralizaciones judiciales. En 2009 el Ayuntamiento de Madrid aprobó el primer plan urbanístico para la operación, un año después de la firma del convenio con el Atlético de Madrid, pero el Tribunal Superior de Justicia de Madrid anuló y ordenó parar las obras en enero de 2012 por permitir la construcción de pisos de hasta 17 alturas cuando la ley de la Comunidad de Madrid no permitía (por aquel entonces) más de cuatro.

El Ayuntamiento recurrió, y la Comunidad de Madrid cambió al poco tiempo la ley de suelo para que se ajustara al proyecto. El 2 de octubre de este año el Tribunal Supremo ordenó repetir el proceso judicial desde el principio al considerar que los jueces del TSJM no habían tenido en cuenta a Mahou, la otra empresa que estaba en juego. Ahora, el Ayuntamiento de Madrid espera que el TSJM tenga en cuenta la modificación realizada por el Gobierno regional y no paralice de nuevo las obras.

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