La concesionaria del bus de Zaragoza, Auzsa, acumula este año algo más de 700.000 euros en sanciones por incumplir frecuencias y saltarse el pliego de condiciones. Es la cantidad de dinero que le ha puesto en multas el Ayuntamiento de febrero a agosto, a unos 100.000 euros al mes (la última multa ha sido de 107.900).
La mayoría de las sanciones están relacionadas con los exámenes que hace el Ayuntamiento para comprobar si se cumplen las frecuencias de paso de los autobuses.
La empresa tendría que haber habilitado un sistema informático para dar cuenta directa al Consistorio de las demoras sin que una empresa externa tenga que hacer estas inspecciones extra. Pero como todavía no lo ha hecho y sí se ha comprobado que hay desfases (aunque no hasta dónde llegan), el Ayuntamiento impone la penalización máxima. Y lo seguirá haciendo hasta que el programa funcione.
Las sanciones también incluyen multas por no llegar a los mínimos establecidos en confort y limpieza, así como en otros niveles de calidad. Precisamente el martes, la comisión de Servicios Públicos dio cuenta de uno de los fallos que más quejas origina entre los colectivos de personas con movilidad reducida: el funcionamiento de las rampas.
En lo que va de año ya han registrado un total de 92 averías. La gestión del bus urbano se concedió por 80 millones de euros anuales y Auzsa tiene unos beneficios que rondan el millón al mes.
Por otro lado, el Ayuntamento ha confirmado que bus y tranvía mantendrán su precio en 2015. El PP critica que es una medida electoralista a seis meses de las elecciones y tras haber encarecido el precio de la tarjeta bus un 56% en dos legislaturas (muy por encima del aumento del 19% del coste de la vida).
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