El dispositivo policial fue desplegado esta noche en el barrio madrileño de Malasaña en previsión de posibles incidentes, como los ocurridos la pasada madrugada, cuando se registraron enfrentamientos entre jóvenes que querían hacer "botellón" y agentes policiales con un saldo de 46 heridos de carácter leve.

Entre estos heridos se encontraba el agente que sufrió fracturas en cúbito y radio, así como múltiples contusiones y que tuvo que ser ingresado en la Clínica de la Concepción donde fue dado de alta el miércoles por la mañana, según dijeron a EFE fuentes del citado centro sanitario.

Durante los incidentes fueron quemadas dos coches y dos motos, treinta contenedores para vidrio y papel dañados o volcados en la vía pública.

A este balance de desperfectos hay que sumar también quince cubos grandes de basura y cinco cabinas de teléfono dañadas, quemadas o arrancadas de cuajo.

La madrugada anterior, la del martes uno de mayo, esta misma zona de Madrid registró similares incidentes con un saldo de 20 heridos también de carácter leve.

Rubén. 22 años.

"LLevo dos años viviendo en la plaza. Los incidentes de estas noches han sido porque nos han robado las fiestas. Antes no ocurría eso.

Es mucho más sano que la gente beba y escuche un concierto a que haga puro botellón. Deberían volver los conciertos".

Pilar. 66 años

"Esto es una vergüenza. Ni con fiestas ni sin fiestas, pero si el barrio está en fiestas todo el año.

Aquí todos los fines de semana hay botellón, por más que esté prohibido. Esto es peor que aguantar las obras, tenían que venir aquí los vecinos que se quejan de esos ruidos. Aquí no hay quien duerma".

Ángel. 59 años

"Los policías respondieron a la provocación de los jóvenes. Les insultaron y les echaron botellas. Es indignante los destrozos que han causado. Las fiestas no tienen la culpa. Los últimos años también la venían a liar unos cuantos. Cuando los baños estaban llenos, los volcaban y todo".