Los trabajadores hablan

  • "A pesar del poco tiempo para mi vida personal, disfruto en el trabajo", Diego Segura.
  • "He trabajado toda mi vida con gusto", Ángela Martín.
  • "El tópico de que en la Administración se vive mejor es falso", Lourdes Hernández.
  • Mándanos tus fotos aquí o con tu móvil al 690 20 20 20.
Diego Segura, Ángela Martín, Antonio Suárez, Manuela González, Enrique Guillén.
Diego Segura, Ángela Martín, Antonio Suárez, Manuela González, Enrique Guillén.
Diego Segura, Ángela Martín, Antonio Suárez, Manuela González, Enrique Guillén.

Diego Segura.

35 años. Zaragoza. Es abogado desde hace 11 años y tiene su propio despacho profesional con un socio. "Estoy siempre reunido y muchos días me llevo trabajo a casa", dice. A pesar de su jornada maratoniana y del poco tiempo para su vida personal, disfruta "ayudando a la gente a resolver sus problemas".

Ángela Martín.

62 años. Bilbao. Cada mañana, desde que tiene 14 años, levanta la persiana de su negocio, la charcutería La Suiza. "Tengo 62 años y los huesos destrozados. Pero eso sí, he trabajado toda mi vida con gusto", dice Ángela. Se quedó viuda joven y tuvo que sacar adelante a sus cinco hijos con una pensión de 38.000 pesetas.

Lourdes Hernández

40 años. Zamora. Es funcionaria de Medio Ambiente, además de llevar su casa en la que viven su marido y dos hijas. "En mi oficina el tópico de que en la Administración se vive mejor es falso. Trabajamos mucho, por la mañana cara al público y muchas tardes tramitando expedientes. Y sin contar el trabajo en casa, que es fino".

Antonio Suárez

65 años. Vigo. Se dedica al arte del que ya vivían sus abuelos y sus padres: la cestería. A pesar de los malos tiempos que corren para este negocio "jamás he pensado en dejarlo". Desde hace nueve años enseña su oficio en el centro artesanal municipal.

Manuela González

33 años. Madrid. Es secretaria de dirección en un banco. "Tengo que madrugar porque dejo a mis dos hijos en el cole antes de ir a trabajar", dice. Lo que peor que lleva es cuando sale del trabajo. "Sólo tengo tiempo de bañarles, darles la cena y acostarles. Mi marido no ayuda nada", confiesa.

Enrique Guillén

30 años. Barcelona. Trabaja en una consultoría informática. Instala programas que ayudan a gestionar empresas. De las 10 horas que trabaja, el 70% las pasa fuera de la oficina. Por eso y aunque confiesa que es "una profesión con futuro, no es para toda la vida... cansa".

Mostrar comentarios

Códigos Descuento