Dos adolescentes murieron este miércoles y otros cuatro resultaron heridos por fuego de artillería en el campo de fútbol de una escuela en la ciudad ucraniana de Donetsk, principal bastión de los rebeldes prorrusos.

Según los medios de comunicación rusos, los fallecidos son un niño del octavo curso (14 años) y otro joven de 18 años, mientras que los heridos son tres chicos de 17 años y un joven de 21. Los heridos han sido ingresados en un hospital local, uno de ellos en reanimación ya que se encuentra en estado muy grave.

Todos jugaban al fútbol en el campo de la escuela número 63 que está ubicada cerca del aeropuerto de Donetsk, escenario de enfrentamientos entre las milicias prorrusas y las tropas ucranianas, que se encuentran atrincheradas en sus instalaciones.

Un portavoz de la autoproclamada república popular de Donetsk confirmó a la agencia rusa Interfax la muerte de dos adolescentes en la capital regional. El oligarca Rinat Ajmétov, que estudió en esa misma escuela, también corroboró la muerte de los dos jóvenes, tras lo que prometió ayuda a las familias y pidió el inmediato fin de las hostilidades.

"Me dirijo a todos ¡Cesen el fuego! ¡Dejen de matar a gente inocente!¡Dejen de matar niños!", dijo. Por su parte, el ministro de Asuntos Exteriores ucraniano, Pável Klimkin, hizo un llamamiento a la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa (OSCE) para que envíe de inmediato observadores al lugar del ataque.

"Todos estamos consternados por el inhumano ataque contra la escuela. Debemos investigar lo ocurrido y castigar a los culpables", señaló. A su vez, los rebeldes prorrusos denunciaron hoy la muerte de otros doce civiles en varios ataques con artillería realizados supuestamente por las fuerzas ucranianas contra las localidades de Donetski y Frunze.

Según los medios locales, unas 400 personas, cifra que incluye a milicianos prorrusos, soldados y civiles, han muerto en las regiones de Donetsk y Lugansk desde la declaración de alto el fuego el pasado 5 de septiembre.