"Los recortes en sanidad nos obligan a trabajar sin las condiciones mínimas que requiere nuestra labor". Así de tajante es el secretario general del sindicato médico de Aragón (CESM), Lorenzo Arracó, durante la presentación del XXVIII Congreso Aragonés de Atención Primaria. En los últimos cuatro años, el sistema sanitario aragonés ha perdido cien plazas de médicos de Atención Primaria.

La mayoría de ellas se han recortado en los centros de atención continuada (77 en total), pero también entre los facultativos en los consultorios (23). Buena parte de estos recortes se concretaron en 2013 con las limitaciones de horarios y cierres en los puntos de atención continuada. A ellos se añade la pérdida en los últimos cuatro meses de 15 facultativos en otros tantos centros de salud del medio rural.

Fallos informáticos en el sistema de gestión sanitaria, problemas para solicitar pruebas diagnósticas y falta de sustituciones son otros de los obstáculos que denuncian los médicos. "Se necesita más presupuesto y más medios", pide el presidente de los Médicos de Atención Primaria, Leandro Catalán.

A falta de que la DGA aporte datos concretos sobre las necesidades de la plantilla sanitaria (se comprometió a darlos antes de fin de año), los sindicatos estiman que Aragón necesitaría entre 300 y 450 médicos adicionales para ofrecer una asistencia adecuada a la población actual.

Aragón, con 1.133 personas por facultativo, está a la cabeza de España en número de médicos por habitante. "Sin embargo, estas cifras no son del todo reales debido a la fuerte dispersión demográfica de Aragón, que crea grandes diferencias según la zona", concreta Leandro Catalán, que destaca además que ya hay lista de espera incluso en Atención Primaria. "Y eso que aún no es invierno", destaca.

El departamento de Salud lleva ya de nuevo tres meses sin aportar datos sobre las listas de espera, a pesar de que existe el compromiso de hacerlo de manera periódica. El consejero Ricardo Oliván asegura que el plan de choque está funcionando, aunque sin aportar detalles. En julio había 3.880 pacientes que llevaban al menos medio año esperando para operarse.