En los últimos cuatro meses los abonados del Teatro Calderón han transitado un particular Vía Crucis: pasaron de disfrutar de su carácter de abonados a no tener dónde hacerlo.

Cientos de usuarios (los dueños del teatro se niegan a concretar el número exacto) compraron abonos válidos para todo 2014 pero, a mediados de julio, el Calderón se cerró para acometer “obras imprescindibles” para la seguridad de espectadores y personal. Y hasta hoy, sigue cerrado. La gestora del recinto, Wonderland Group, desapareció de escena: ya no se ponía al teléfono y ni respondía consultas. No registra actividad en Facebook desde marzo ni en Twitter desde mayo. La web del teatro es apenas un decorado. La composición accionarial del grupo consiste en un 51 por ciento de la Fundación SGAE  y el 49 por ciento restante en la suma de las acciones en manos del empresario Luis Álvarez y sus hermanas. De hecho, una fuente de Wonderland señaló que la empresa está en fase de liquidación.

Para usar los abonos del Calderón había que trasladarse al teatro el mismo día de la función y reservar la entrada para asegurarse un lugar entre las cerca de mil localidades disponibles. De lo contrario, había que llamar a un 807 –uno de los prefijos más caros- o comprarlas por Internet. Siempre con dos euros por gastos de gestión por entrada. De todos modos, seguía siendo muy provechoso, pues los precios de un abono doble partían desde los 30 euros para dos personas. Se ofrecieron mediante diferentes medios: la cartilla del diario La Razón, webs de venta como Atrápalo o de ofertas como Let’s bonus. El abono era válido para todos los espectáculos, con la única limitación del aforo de la sala.

Pero a partir de julio no pudieron utilizarlo: "Desde que saqué el abono, he ido siempre que he podido, vi varias obras, pero desde junio me extrañó que no ponían más. Escribí al teatro y no me contestaron sino al cabo de un mes y medio, cuando me llegó un mail informando de que cerraban por obras. Y no supe nada más hasta el día de hoy”, dijo Maricarmen B.B., quien había comprado dos abonos a través de Atrápalo.

Tras las quejas recibidas, la empresa ofrece ahora una alternativa a los abonados: podrán acudir a las obras que se representen en el Gran Ruedo Las Ventas, el teatro que se organiza esta temporada en la plaza de toros. Los responsables de la compañía han cerrado un acuerdo con Inversiones Chicó, gestores del Gran Teatro Ruedo Las Ventas, para que los abonados al teatro Calderón puedan asistir a todas las representaciones que se anuncien como "disponibles para abonados" y que se desarrollen allí hasta el 15 de febrero de 2015.

Aún así les saldrá más caro. Se registrará un aumento de los gastos de gestión por cada entrada, que pasa de los 2 euros en el Calderón a los 3,50 en el recinto de la calle Alcalá y Avenida de los Toreros. Pese a ello, los afectados dicen que es mejor eso que perder todo.

"Dudo que la gente reclame por 1,50 por entrada, cuando antes parecía que nos íbamos a quedar sin nada. Esperemos que la disponibilidad de las obras sea adecuada", dijo otro afectado, Roberto Gil, quien compró un abono, y cuya novia compró otro.

Pese a encontrarse una compensación, ni Wonderland ni la Fundación SGAE llevaron a cabo una comunicación a todos los afectados.

"No han informado a la gente ni en Facebook, ni en Twitter, ni nada", dijo Roberto Gil, que se enteró de la noticia tras recibir un correo electrónico de Let's Bonus para informar a quienes compraron los abonos a través de su servicio.

Salvo Wonderland y la Fundación SGAE, nadie sabe a ciencia cierta cuántos abonados podrían beneficiarse de la compensación, porque ni la compañía ni la fundación brindaron a este medio información relativa a la cantidad de abonos vendidos.

Es más, desde la Fundación incluso dijeron desconocer la cantidad de abonos que vendieron, pese a ser los accionistas mayoritarios de Wonderland. Por su parte, Luis Álvarez, gerente de la compañía durante la gestión del Calderón en 2014, dijo a 20minutos.es "no estar autorizado" para desvelar esa información, de carácter privado.

Contactadas por este medio, las intermediarias Let’s Bonus y Atrápalo tampoco dijeron cuántos abonos vendieron.

Eva Jiménez, una de las afectadas por el cierre del Calderón, dijo que no presentó denuncias ni reclamaciones debido a lo bajo del precio del abono.

"Yo no hice el reclamo porque, ante la falta de tiempo por trabajo, como no era mucho dinero, ni me molesté. En este tipo de cosas, cuando no hay mucho dinero en juego, la gente no suele reclamar mucho", señala Eva, que conoce bien los hábitos de reclamaciones de los consumidores, ya que trabaja en la Organización de Consumidores y usuarios (OCU).

En este sentido, Eva se siente más o menos satisfecha con la compensación, pese a que durante meses no supo si iba a poder seguir disfrutando del abono con su hija.

Entre las obras que se anunciaban en el Calderón se encontraba la comedia de Santiago Segura Pasen y beban, protagonizada por Enrique San Francisco; la obra Shhh Cabaret, con el propio Segura junto a José Corbacho, Mario Vaquerizo, José Mota, y el Gran Wyoming; el musical Rock in Rio; o una representación de los británicos Monty Python.

En cambio, en Las Ventas tienen disponibles, por ahora, las obras Gin & Tony, de Tricicle; el espectáculo musical de fusión de flamenco y rock La tribu, de Alejo Stivel; y el espectáculo de humor y música Stradivarias.

El teatro Calderón, catalogado como inmueble singular, recibió en diciembre de 2013 una Inspección Técnica de Edificios con un resultado desfavorable. El recinto de la plaza Jacinto Benavente se inauguró en 1917.