Cuando Mahyuba Mohamed Hamdidaf entró en los campos de refugiados de Tinduf, en Argelia, el 25 de julio, no sospechaba que aquella visita para ver a su abuela enferma se convertiría en un calvario del que le iba a costar salir. Esta saharaui de 24 años vive desde 2003 con una familia de la localidad valenciana de Genovés en régimen de acogida permanente y no era la primera vez que iba a ver a sus familiares biológicos. Regresar a España nunca había sido un problema pero en esta ocasión sus padres no la dejaron hacerlo. Mahyuba ha permanecido en Tinduf contra su voluntad hasta que este martes, según su familia española, logró escapar.

Fuentes de la familia de acogida han confirmado que la joven se encuentra ya en Alicante a la espera de reencontrarse con ellos. El alcalde de Genovés, Emilio Llopis, ha señalado en declaraciones a Europa Press que está "cansada" y "muy delgada", pero "bien, tranquila y serena".

"Yo fui con ella. Salimos de aquí el 24 de julio", relata a 20minutos Batiste Llopis, su padre de acogida, al otro lado del teléfono. La abuela de la joven falleció a los tres días y él regresó a casa el 2 de agosto, con la convicción de que Mahyuba, que tiene la nacionalidad española, lo haría el día 18. Licenciada en Filología Árabe por la Universidad de Alicante, iba a comenzar un master en el mes de septiembre. Nada hacía pensar que no sería así. No en vano, su acogimiento está ratificado por el Tribunal de Apelaciones de la República Árabe Saharaui a petición de los padres biológicos.

Los planes de sus progenitores sin embargo eran otros. En esta ocasión decidieron que su hija debía quedarse con ellos y le quitaron el pasaporte. Batiste cuenta que durante este tiempo Mahyuba intentó escapar sin éxito en dos ocasiones. A la tercera, lo logró. "Es muy valiente y muy inteligente", señala orgulloso.

Este valenciano, ya jubilado, concreta que la joven consiguió salir de Tinduf este martes sobre las once de la mañana. Le pidió el pasaporte a su madre con la excusa de que tenía que consultar algunos datos y, aprovechando que la dejó sola un momento, se subió en el coche de unos amigos que la estaban esperando para ayudarla. Fueron ellos quienes la llevaron hasta la gendarmería argelina situada fuera de los campamentos.

Allí, continúa Batiste, mostró la documentación que acredita su nacionalidad española, lo que sumado a la denuncia que había interpuesto su familia valenciana, motivó que los agentes procediesen a su traslado a la embajada de España en Argel. Antes, la joven quiso llamar a quienes tanto tiempo llevaban esperándola en Genovés. "Fueron solo unos segundos", comenta Batiste.

Desde ese momento, la intranquilidad no les dejó pegar ojo, hasta que este miércoles por la mañana recibieron una llamada de la embajada. "Nos han dicho que estaba dormida. Ha estado viajando toda la noche. Ya está en territorio español", afirmaba aliviado.