La pediatra del Hospital de las Cruces de Bilbao Beatriz Azkunaga es la coordinadora del Observatorio Toxicológico de la Sociedad Española de Urgencias de Pediatría, encargado de analizar la evolución de la asistencia médica de las intoxicaciones de los menores en 59 hospitales de España. Desde el simposio de la Universidad de Deusto sobre alcohol y adolescentes, Azkunaga destaca el incremento en el número de chicas asistidas por intoxicación etílica y el auge de asistencias a niños menores de cinco años por ingesta accidental de benzodiazepinas.

¿Cuál es la urgencia más típica de toxicología en menores en España?

Podemos decir que en global hay dos grupos de mayor incidencia. El principal, que suma casi tres cuartas partes de las intoxicaciones, corresponde al de niños de menos de cinco años que han estado en contacto con fármacos y que vienen acompañados por sus padres. El segundo es el de los adolescentes con intoxicaciones etílicas, en torno al 20% de las intoxicaciones tratadas en urgencia.

Ingestas de fármacos por menores de cinco años, ¿serán accidentales?

Sí, son accidentes. Ingestas no voluntarias. Principalmente se producen en el hogar, que es donde tendemos a acumular los medicamentos. Entre los que más consumen están los antitérmicos, tipo paracetamol, y los psicofármacos, el grupo de las benzodiazepinas. Este último vemos que está cogiendo auge. Es ya el líder entre los fármacos que traen a los menores de cinco años a urgencias.

¿Dónde encuentran los niños esos medicamentos?

Muchas veces los tienen al alcance de su mano en los dormitorios, el salón o la cocina de sus domicilios, o en las casas de los abuelos, que es desde donde vienen a urgencias.

¿Cómo suele ser su evolución?

En torno al 50% requieren medidas de descontaminación intestinal, como el carbono activado. El porcentaje de menores enviados a la UCI es pequeñísimo y en este grupo también la evolución final es favorable.

Respecto a los comas etílicos de los adolescentes, ¿Es cierto que van a más?

Sí, hemos detectado un incremento de las asistencias por intoxicación de alcohol. Si hace ocho años recibíamos una intoxicación por etanol cada 6.000 visitas a urgencias pediátricas, hoy atendemos 1 intoxicación por cada 2.300 pacientes.

¿Cómo llegan hasta las urgencias?

Predominantemente se atienden en fin de semana. Llegan de la calle o de algún local de ocio, más que de sus casas, y casi en un 80% de los casos en ambulancia. Han tomado en grandes cantidades, en forma de atracón, alcohol de alta graduación.

¿Siguen siendo mayoritariamente chicos?

Hasta ahora parecía que el que acudía por intoxicación de alcohol era un patrón típico de chico, pero esa tendencia va igualándose, como mínimo. Vemos más chicas que antes.

Su observatorio monitoriza 59 hospitales de toda España, ¿hay alguna zona en la que se produzcan más intoxicaciones etílicas?

Se ha intentado valorar la distribución geográfica de las intoxicaciones que llegan a las urgencias, sí, y se ha detectado una zona, País Vasco-Navarra, en la que las asistencias de intoxicaciones por alcohol de tipo recreacional es superior a la media nacional.

Hace un año se dijo que muchos menores reincidían en los comas etílicos. Y se planteó multar a sus padres, ¿es una buena opción?

No es un porcentaje muy alto, pero sí hay reincidencia, casos en los que se detecta que no es la primera vez que sufren intoxicación por alcohol. Creo que multar a los padres no es el único camino. Lo suyo es integrarlos como parte del problema para encontrar conjuntamente a una solución. Hay que poner sobre la mesa que éste es un problema grave y mejorar las expectativas de los jóvenes.