La Plataforma No al TTIP Mallorca, compuesta por una veintena de entidades sociales de la isla, se manifestará el próximo sábado, 11 de octubre, en Palma de Mallorca, en contra del tratado de libre comercio "negociado en secreto" entre la Unión Europea y Estados Unidos, que tiene como objetivo crear la zona de libre comercio más grande del mundo.

Este acto de protesta, que tendrá lugar a las 11.00 horas en el Plaza Olivar de la capital balear, se suma a las acciones previstas en otras ciudades los países comunitarios con motivo del Día de Acción Europa contra el PPIP y el Fracking.

La miembro de la plataforma, Joana Ripoll, ha alertado de la amenaza que representa para la democracia las relaciones internacionales comerciales actuales, en las que se enmarcan los acuerdos de libre comercio que se están negociando desde hace años a espaldas de la población entre la Unión Europea y Estados Unidos.

Se trata del TTIP (Tratado Transatlántico de Comercio e Inversiones) y el TISA (Tratado de Comercio de los Servicios), que se están negociando con los Estados Unidos, y el CETA (Acuerdo Económico y Comercial Global) con Canadá.

Liberación de todos los sectores

Este modelo se centra en la liberalización de todos los sectores. Se quiere conseguir una armonización legislativa, es decir, unificar leyes. Así, según ha explicado Ripoll, se podrá desafiar la legislación ambiental, laboral y social que interfiera en sus beneficios.

De este modo, la moratoria fracking (técnica contaminante de extracción de petróleo o gas) o la regulación sanitaria de sustancias tóxicas podrán ser objeto de demandas e indemnizaciones millonarias frente a los Gobiernos.

Ello podría supondrá, asimismo, que las grandes multinacionales de hidrocarburos puedan realizar prospecciones en los países miembros, sin el impedimento de una legislación ambienta.

Así, la representante de la plataforma ha incidido en que el tratado ahondará en la pérdida de derechos laborales y de los consumidores, y dará vía libre a la liberalización de servicios públicos, dejando en inferioridad de condiciones a gobiernos elegidos en las urnas frente a grandes corporaciones y empresas multinacionales.