Hizo estallar por los aires los códigos morales de la burguesía austriaca de principios del siglo XX. Muchas de las obras de Egon Schiele (1890-1918) pueden interpretarse como sexualidad pura, algunas sobrepasan el erotismo presentando cuerpos extraños, como inacabados, con tonos amarillentos y en posturas forzadas.

Era discípulo y protegido de otro descarado austriaco, Gustav Klimt, que también había levantado ampollas en Viena unos años antes dinamitando el decoro y defendiendo la belleza que reside en el placer y la sensualidad femeninas. En su corta vida, Schiele se convirtió en un referente artístico en Europa y en sus últimos años —tras morir Klimt— fue el pintor de mayor fama de Austria.

La Neue Galerie de Nueva York inaugura el 9 de octubre Egon Schiele: Portraits (Egon Schiele: retratos), un conjunto de 125 obras del artista —pinturas, dibujos y esculturas— que se acercan a la anatomía humana con un espíritu desinhibido y renovador, en este caso en representaciones de sí mismo, de familiares, amigos, amantes, mecenas, artistas e intelectuales. Los retratos de Schiele, aunque de carácter más comedido, siguen presentando a los modelos con un lenguaje corporal extravagante, la piel de tonos desiguales, proporciones distorsionadas.

Uno de los trabajos más tempranos es Retrato de Gerti Schiele (1909), en el que no se puede ocultar una clara influencia de Klimt. Gerti, la hermana pequeña del autor, posó para él a veces en actitudes extrañas para tratarse de una familiar tan cercana. Nunca quedó claro si los hermanos tuvieron relaciones incestuosas: el padre y los demás hermanos de la familia albergaban sospechas, aunque también pudo tratarse de una relación espiritual.

No fue el único episodio oscuro, la exposición (en cartel hasta el 19 de enero) presta especial interés al encarcelamiento de Schiele en 1912, cuando fue acusado de abuso y rapto de menores.

Vivía entonces con su musa y pareja Wally Neuzil en un pueblo de Baja Austria e invitaba a niños a su estudio. Retrató a preadolescentes desnudos y tras una demanda y una orden judicial, la policía confiscó más de cien obras que consideró "pornográficas". Aunque en el juicio se levantaron los cargos por abusos y rapto, fue declarado culpable de dar acceso a los niños a material erótico, pasó 21 días detenido antes del proceso y tres más en prisión.

La familia (1918) es la pieza más tardía de la colección de obras exhibidas y posiblemente la más emotiva. Schiele imagina su futuro con Edith, su mujer, y la imagen transmite paz al contrario que los retratos de años atrás. La escena se torna trágica si tenemos en cuenta que la familia nunca existiría, ese mismo año la muerte sorprendería al pintor de 28 años. No fue una víctima de la I Guerra Mundial, sino de una de las más letales epidemias que ha conocido el ser humano: la Gripe Española. Primero murió Edith, embarazada de seis meses. Tres días más tarde falleció él.

La exposición de la neoyorquina Neue Galerie coincide con la muestra que la galería Cortauld de Londres albergará del 23 de octubre al 18 de enero. Egon Schiele: The Radical Nude (Egon Schiele: el desnudo radical), se adentrará en la capital británica en el mundo de afiladas visiones del cuerpo desnudo que causaron problemas al artista durante toda su carrera.