Licenciado en historia, aunque perito en valenciano, ocupación que ejerce en la enseñanza secundaria desde hace 30 años y ahora en el instituto Haygon de Sant Vicent, la patria íntima de Ancha de Castelar y alrededores, conduce la Federación-Unión de Separados de España y, sobre todo, el rumbo existencial de sus tres hijas, una de su primera boda y otras dos de su segundo enlace, a las que les dedica tiempo y horas.

Radical en mangas de camisa, Pastor razona que «la situación del hombre separado es fatal. Vivimos una época en la que sólo se habla de los privilegios de las mujeres. Una era en donde la señora continúa teniendo el chollo de todo, los hijos, la casa... De privilegios feministas. Y ¡ay de quien esté en contra!»

A la reciente ley de custodia compartida tampoco le encuentra buen sabor: «Es un puro engaño, una adaptación de lo que ya existía. El rito de Lampedusa, porque vuelve a remozar el mutuo acuerdo de toda la vida».

Mientras disecciona este asteroide «donde todo el mundo está en contra de una asociación de hombres, en tanto existen 2.000 grupos de mujeres chupando del bote», esculpe algunos buenos tomos de la literatura valenciana actual, con 15 libros impresos, históricos, policiacos, de humor o infantiles, en las editoriales Barcanova, Cruïlla, Edelvives, Brosquil, Tabarca o Germania. Con títulos macizos: Heretaràs un imperi, Bebes a la carta, Peret i els lladres, El sastre i l’aprenent, Un bon negoci o La còlera de Mart.

Ahora arrastra un tomo «de unas 400 páginas» pendiente de editar, del Egipto del siglo xv a. de C., «la obra más ambiciosa», que podría llamarse  La reina oblidada.