El juicio por el 11-M se reanuda hoy con la declaración de dos guardias civiles que multaron al suicida Jamal Ahmidan, el Chino, cuando regresaba de Asturias a finales de febrero de 2003 de adquirir supuestamente los explosivos que se emplearon para cometer los atentados de Madrid.

También declarará previsiblemente hoy la telefonista de Telemadrid que atendió la llamada anónima realizada dos días después del 11-M en la que informaba de que en una papelera cerca de la Mezquita de la M-30 había una cinta de vídeo, en la que se reivindicaban los atentados de Madrid.

Además, en esta vigésimo quinta jornada de juicio, está previsto que declare un testigo relacionado con el acusado Rafá Zouhier, para quien la Fiscalía pide 20 años de prisión por haber supuestamente mediado entre los autores del 11-M y los miembros de la llamada "trama asturiana" que les facilitó los explosivos.

Estos testigos están propuestos por las acusaciones y las defensas, que también tienen previsto que declare la mujer del acusado Otman El Gnaoui, acusado de colaborar en las obras de la finca de Chinchón -donde supuestamente se montaron las bombas de los atentados- y para quien el fiscal pide 24 años de prisión.

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