La Comisión de Asuntos Institucionales (CAI) del Parlament ha aprobado este martes por unanimidad la comparecencia del expresidente de la Generalitat Jordi Pujol para que explique sus cuentas ocultas en el extranjero durante más de treinta años, aunque todavía no se ha concretado el día exacto de su comparecencia.

Posteriormente, la presidenta de la Cámara catalana, Núria de Gispert, ha comunicado oficialmente por carta al expresidente la petición de comparecencia y le ha pedido que facilite unas fechas para poder sustanciarla "lo antes posible", según ha informado en un comunicado. El Parlament quiere que "dé cuentas de los hechos admitidos sobre los fondos depositados en el extranjero sin cumplir las obligaciones fiscales y de su comportamiento durante el ejercicio de su presidencia".

A primera hora de la tarde, el Parlament ha informado que el expresidente catalán ha accedido a comparecer pero ha pedido hacerlo a partir del 22 de septiembre pero con suficiente antelación respecto a "otra de fecha de una carga política muy fuerte que será el 9 de noviembre". De este modo, quiere desvincular su comparecencia de la Diada, el debate de política general, la ley de consultas y el 9-N.

La presencia de Pujol en la cámara catalana la habían solicitado todos los grupos parlamentarios —ERC, PSC, PPC, ICV-EUiA, Ciutadans y la CUP—, con la excepción de CiU, aunque finalmente la federación nacionalista ha votado a favor de que el expresidente catalán dé explicaciones en el Parlament, como anunció el lunes el coordinador general de CDC, Josep Rull.

La diputada de ERC Gemma Calvet ha dicho que el expresidente tiene la "oportunidad" de tomar una "decisión ética y digna" compareciendo en el Parlament para explicar un hecho "gravísimo". Los republicanos quieren que comparezca antes del viernes, pero si las explicaciones son insuficientes o poco esclarecedoras, pedirán una comisión de investigación sobre el fraude fiscal. La diputada del PSC y exconsellera Marina Geli también ha reclamado la comparecencia "con urgencia" porque "cada día que pasa perdemos tiempo y es un día perdido".

Al conocer la intención de Pujol de posponer la comparecencia hasta después del 22 de septiembre, la diputada de ERC Gemma Calvet ha anunciado que su partido apoyará la creación de una comisión de investigación en el Parlament sobre el fraude fiscal. Otros partidos como PP, C's y la CUP también han anunciado que quieren crear la comisión y ya están en conversaciones para tramitar una petición conjunta.

El portavoz de CiU en el Parlament, Jordi Turull, ha reprochado a algunos partidos de la oposición las acusaciones vertidas contra CiU para "atacar" otros objetivos, y les ha pedido que, en beneficio de la cámara catalana, no se erijan en "justicieros" en el 'caso Pujol'. Su grupo apoya la comparecencia porque su confesión "ha tenido un impacto muy notable" en la sociedad y los catalanes "quieren escucharle".

Turull, por otro lado, ha recordado el caso del espionaje político y ha afeado a la presidenta del PPC, Alicia Sánchez-Camacho, su negativa a comparecer en el Parlament. Los populares reivindican una comisión de investigación, e ICV ha exigido al presidente de la Generalitat, Artur Mas, y al Govern a querellarse contra Jordi Pujol. El diputado de la CUP Quim Arrufat ha exigido explicaciones no sólo a Pujol sino también a otros de sus consellers al considerar que el expresidente es "la punta de un iceberg bastante más grande" y es "materialmente imposible que nadie de su entorno no supiera nada".