Muchos fueron los rostros conocidos que estuvieron en la presentación este pasado jueves por la noche de la película Chef, que narra la vida de un prestigioso cocinero que recupera la pasión por la cocina dejando un gran restaurante en Los Ángeles por un camión de comida ambulante. Entre los asistentes estaba una recuperada Concha Velasco de lo más optimista. Tras serle diagnosticado un linfoma hace dos meses del que fuera operada con éxito, la artista está deseando volver a los escenarios: "Ya estoy ensayando".

"Yo no he tenido ningún cáncer, he tenido un problema grave del que estoy curada", asegura la artista. Sobre el linfoma, Velasco dice que lo pasó "muy mal, he estado muy grave, he tenido cuatro operaciones muy graves y muy seguidas, pero estoy estupendamente. Me han quedado secuelas lógicas", añade.

La actriz señala que de todo lo que le ha pasado "la culpa la tengo yo", refiriéndose a que ha abusado de su salud "durante muchos años". "El estar enferma, no querer suspender, medicarme por mi cuenta. Tuve una afonía en Zaragoza y usé la cortisona sin que nadie me la mandara durante años. Lo de automedicarse que no lo haga nadie", confiesa.

Sobre si recibe algún tratamiento, Concha Velasco dice que no le hace falta: "Me han quitado los ganglios que tenía, se quitó todo. Me han metido en todas las máquinas necesarias que dicen que no tengo nada malo. Me han quedado muchas secuelas porque han sido muchas operaciones y una medicación fuerte", explica.

Por último, ha agradecido a su familia, sus amigos y a la prensa los apoyos recibidos durante los últimos meses. "Me he sentido protegida, querida, comprendida, que últimamente mis médicos me recomendaban un psicólogo porque cuando me dijeron que estaba bien no hacía más que llorar. Me da vergüenza que lo mío haya sido tan leve cuando hay gente que lo está pasando tan mal", ha concluido.