María Rosa García García (San Fernando, Cádiz, 1978) es el nombre real de la Niña Pastori. Su relación con el público catalán es muy especial desde siempre. Su primer concierto con su primer disco, hace ya 19 años, fue en Barcelona, recuerda la artista gaditana, de las más reconocidas del género flamenco. Ofrece su única actuación del verano en Catalunya en Roses (Festival Sons del Món). Su marido Chaboli (hijo de Juan Antonio Jiménez Muñoz Jero, componente de los Chichos) estará en una de las dos percusiones, junto a los dos guitarristas Diego del Morao y Jesús Guerrero, y dos chicas a los coros. Más una pincelada de baile en algunos momentos del espectáculo. "Contando con dos guitarristas tan grandes como ellos, todo sólo puede fluir", asegura la artista, uno de los puntales del flamenco actual.

Este nuevo espectáculo, Lo que quiere el Alma, es para usted un regreso al flamenco más puro.

Siempre he dicho que volveré y acabaré seguramente haciendo flamenco como empecé, lo que más me gusta y me satisface y donde siento más libertad. Cuando uno hace flamenco es libre musicalmente, no hay guión. Con discos tan producidos  y saliendo del flamenco, te limitas en este sentido y te quedas en el pop y en el formato de banda.

¿Con qué palo del flamenco canta más cómoda?

Me gustan todos los palos, la verdad. Me gusta la alegría, la bulería, la minera (con la que abrimos el concierto). Todos los palos tienen su punto y tenemos la posibilidad en este espectáculo de tocar palos libres, más tranquilos o más arriba.

También interpretará temas inéditos.

Presentaremos tres cositas. Chaboli y yo vamos componiendo juntos desde hace unos años. Y con la gira del disco Raíz, junto a Lila Downs y Soledad, todavía no lo habíamos ofrecido al público (en otoño volveremos a girar juntas por Latinoamérica). Y sé lo que les gusta que les des cosas nuevas en cada gira o disco. Me quedaría quizás con los Tangos de la Nana, un tema dedicado a mi hija pequeña. Pastora, la mayor, ya tenía su canción.

¿Cuál le gusta más a sus seguidores?

La respuesta en las redes sociales ha sido buena sobre Lo que quiere el Alma en directo. Estoy metida pero no hasta un punto obsesivo. Soy de la opinión que hay que tener una medida y un control y no entrar ni mostrar tanto. La medida es importante en la vida. Lo bueno que tiene todo esto es cómo ayuda a comunicarse con músicos de todos los estilos y de todo el mundo. Desde Japón hasta Argentina. Por ejemplo, Chaboli ha descubierto por la red a muy buenos guitarristas. O hasta a gente que canta en su casa. También hay quién lo hace fatal, claro (ríe).

¿Qué es lo que más le mueve el alma a Niña Pastori?

Mi trabajo, mi pareja y mis dos niñas son lo que más me satisface, aunque me falten horas en el día. Mis dos niñas, imagínate...

¿Tendremos una futura Niña de la Niña Pastori?

Eso nunca se sabe. Son aún muy pequeñas (6 y 2 años de edad). Ya se verá. A las dos les gusta mucho la música. No tengo como madre ningún interés especial, únicamente en que sean felices y que encuentren lo que las haga felices, como a mí la música. Que elijan una profesión a poder ser con vocación.

Tiene uno de los públicos más fieles del flamenco, llevan con usted 19 años.

No hay reglas. Ni un patrón. Creo que la clave es hacer las cosas con cariño, desde hacer de comer a cantar. Si te dedicas a algo con gusto y a gusto, el público lo percibe.

¿El flamenco tiene asegurado su porvenir?

Por suerte tenemos a gente muy buena aunque se nos ha ido lo mejor: Paco de Lucía, Enrique Morente, Camarón...A Estrella Morente, la hija de Enrique, la admiro enormemente. También a su otro hijo Enrique. En tu tierra también cantan muy bien: Mayte Martín, Duquende, Enrique Poveda...La guitarra y el baile también han evolucionado mucho. Pero ojalá que salgan muchos más y que el flamenco siga donde le corresponde.

Festival Sons del Món de Roses (Costa Brava). El sábado 26 de julio en la Ciutadella de Roses. A partir de las 22.30 horas. Precio: de 22 a 30 euros. www.sonsdelmon.cat.