Desde este miércoles todos los autobuses interurbanos de Madrid, aquellos que comunican los municipios con la capital o con otras localidades, tendrán ya el horario de verano. Esto significa que se quitarán autocares con lo que aumentará la frecuencia de paso de los autobuses por las paradas.

Hasta el año pasado, el horario de verano se aplicaba en agosto, pero en esta ocasión se ha decidido adelantarlo quince días. Desde la Consejería de Transportes aseguran que el adelanto de este año es porque "la demanda ha bajado entre un 50% y un 70%".

Sin embargo, a algunos ayuntamientos no les ha sentado nada bien que se reduzca el servicio antes de tiempo. Este es el caso del Ayuntamiento de Rivas, gobernado por IU, que ha criticado la forma "unilateral" en que se ha tomado la decisión por parte del Consorcio de Transportes.

Para la concejala de Medio Ambiente y Movilidad, Sira Rego, "pisotear una vez más el derecho de la ciudadanía a un transporte público de calidad que responda a las necesidades de traslado que se generan todos los días".

En el caso de Rivas el servicio afectará a las líneas 331, 332, 333 y 334 que pasarán por las paradas la mayor parte del día cada 18 minutos, en lugar de los 12 actuales. En el caso de la 332, el lapso de tiempo se alarga hasta los 21 ó 23 minutos en los horarios de máxima afluencia de viajeros.

El Consorcio Regional de Transportes ha contestado a Rivas que estos cambios, que suponen una significativa reducción de los vehículos que realizan los trayectos, se han aplicado en toda la Comunidad de Madrid.

Los buses interurbanos volverán a su horario habitual a partir del 1 de septiembre.

Este recorte en estas líneas se une a los que ha habido desde hace meses que han hecho que el transporte público en la región siga perdiendo viajeros.

Especialmente dramático ha sido la supresión de ocho líneas completas de bus los domingos y festivos.