Con un catastrófico recibimiento y una trayectoria descendente semana tras semana, el formato veraniego El pueblo más divertido parecía abocado a una sentencia de muerte.

El pasado lunes registró su cota más baja, un 6,5% de share y 1.014.000 espectadores, lo que ha obligado a TVE a tomar cartas en el asunto para recuperar la audiencia del prime time del lunes.

Este jueves fuentes de la cadena pública han confirmado a 20minutos que el programa conducido por Mariló Montero y Millán Salcedo dejará de emitirse el próximo lunes.

No se plantea una renovación y los capítulos grabados que aún quedan en el tintero, quedan relegados al late night del martes: serán emitidos a continuación de Comando actualidad, que termina a las 23.40 h.

El programa, que seguía la estela de espacios emblemáticos de TVE como Grand Prix, ha conseguido como máximo un pobrísimo 8% de share y 1,4 millones de espectadores (que consiguió en su debut), un dato a todas luces insuficiente para el prime time de La 1.

El fracaso del programa lleva a pensar que el formato está obsoleto.

Un día antes de que TVE hiciera pública esta decisión, Mariló Montero reconoció en una entrevista en Los 40 principales que la audiencia del programa era una "tragedia".

"Hemos salido estrepitosamente mal. Muy mal", reconocía y añadió: "Estamos todos llorando pero el producto es muy bueno porque la producción es real".

Penas aparte, y respecto a su vestuario en el espacio, la presentadora aseguró a sus entrevistadores: "Estoy para comerme en El pueblo más divertido'". En este sentido, afirmó que sigue los consejos de su estilista: "En La mañana, cuanto más corta sea la falda, más credibilidad se pierde pero por las noches 'sube, sube, sube'".

El pasado martes, durante la sesión de control parlamentario a la Corporación, el presidente de la corporación de RTVE reconocía que no estaba satisfecho con los resultados de audiencia del programa y admitió que no había cumplido las expectativas.

No obstante defendió su coste, de 3,5 millones de euros, asegurando que no era "un rango de precio exagerado". "La tele es muy cara", declaró.

También defendió el sueldo de la presentadora, de 13.000 euros por programa, y afirmó que tampoco están por encima del mercado, "más bien en la franja baja e inferior".