El Cabildo de Tenerife, a través del Consejo Insular de Aguas, llevará a cabo la rehabilitación del Puente del Cabo, una actuación que contará con un presupuesto de algo más de un millón de euros y que está prevista que comience a finales de agosto y que concluya en abril de 2015.

En la presentación del proyecto, el presidente Carlos Alonso señaló que se trata de una obra "muy simbólica" que ayudará a "completar" y "respetar" el patrimonio de la ciudad de Santa Cruz, y una actuación que, recordó, ha sido "muy esperada por todos" y que trata de "minimizar" el riesgo frente a avenidas.

El consejero insular de Aguas, Jesús Morales, indicó que el Cabildo ha decidido priorizar la rehabilitación del puente frente a su sustitución dado su "alto" valor patrimonial, y expresó su satisfacción porque era un proyecto que estaba "enquistado", pero que gracias a "bastantes reuniones y mucha paciencia" se ha logrado sacar adelante "por consenso".

El alcalde de la ciudad, José Manuel Bermúdez, agradeció al Cabildo y al Consejo Insular de Aguas su implicación en la rehabilitación del puente del Cabo, ya que permitirá resolver un problema hidráulico desde el punto de vista histórico, haciéndolo compatible con un símbolo que "queremos seguir manteniendo", dijo.

Detalles de la actuación

La actuación que ha diseñado el Cabildo, según han explicado los técnicos del proyecto, busca reducir el riesgo hidráulico garantizando la capacidad del caudal y una mayor integración del puente con su entorno, pues el desarrollo urbanístico de la zona en el último siglo provocó un estrechamiento del barranco original, que pasó de los 27 metros a 18, lo que incrementó el riesgo de desbordamientos en caso de lluvias intensas.

Para mejorar su capacidad de desagüe, se levantará el puente a una altura de 1,09 metros y se desplazará la pila central. Además, dado que la estructura original, que data del siglo XIX, se ha ido ocultando con añadidos a lo largo de los años, se restaurarán las barandillas y la pasarela, se mejorará la red de pluviales de la nueva vía del barranco y la iluminación del puente.

Con estas acciones se conseguirá mejorar la capacidad de desagüe del barranco, que pasará de los 131 metros cúbicos por segundo a los 281, duplicando así la capacidad del caudal, con lo que se consigue que el riesgo que se produzca un desbordamiento pase de 14 a 58 años, tal y como detallaron los técnicos.

El objetivo del Cabildo es seguir trabajando para que el barranco logre una capacidad de 469 metros cúbicos por segundo. Para ello se tendrían que desarrollar otras actuaciones que no están previstas en esta fase, y que pasan por la ampliación del encauzamiento en el tramo final, bajo la calle Nifú Nifá.