Inspector de Avilés asegura que Trashorras no le dijo nada sobre los explosivos hasta después de los atentados

El testigo policial era hasta hace un año inspector en Avilés del Cuerpo Nacional de Policía, y fue con quien Trashorras mantuvo la relación de confidente.

"No es un confidente, es un colaborador", ha matizado el que fuera jefe del Grupo de Estupefacientes en Avilé.

Relación con Trashorras

Nos ofreció la posibilidad de incautar 2 kilos de cocaína, si ayudábamos a que su cuñado saliera de la Cárcel para Navidades
El agente ha asegurado que conocía a Trashorras desde la
Operación Pipol en 2001, en la que fue detenido junto a su cuñado Antono Toro, aunque quedó en libertad.

"Nos ofreció la posibilidad de incautar 2 kilos de cocaína, si ayudábamos a que su cuñado saliera de la Cárcel para Navidades", ha asegurado el testigo, narrando como esa operación se desarrolló con rapidez.

Fue entonces, según ha contado el inspector, como se inició una relación de confidencia propiciando varias operaciones contra el tráfico de drogas.

"Lo de confidente me hace mucha gracia, porque quedábamos en bares donde todo el mundo, buenos y malos, nos podían ver", ha asegurado el testigo.

"Teníamos tanta confianza que yo le busqué un trabajo a su mujer al lado de mi hijo", ha asegurado el inspector.

Sin noticias de "los moritos"

Me dijo que su cuñado estaba otra vez trapicheando, y me pidió que le diéramos un susto
El testigo ha negado que Trashorras le informara de que había "unos moritos interesados en la compra de explosivos", añadiendo que solo le proporcionaba información sobre el tráfico de estupefacientes.

"Hay unos moritos que suben hachis y lo intercambian por cocaína en Pontevedra haciendo la ruta del norte hacia San Sebastián", ha asegurado el testigo reproduciendo las palabras que Trashorras le dijo a principios del año 2004.

"Me dijo que su cuñado estaba otra vez trapicheando, y me pidió que le diéramos un susto. Yo le dije que no estábamos para asustar a nadie, y que si le pillábamos de nuevo iríamos a por él", ha asegurado el inspector.

Sobre el flujo de llamadas que tenían entre ellos, el testigo ha asegurado que tal vez Trashorras buscaba tenerlo controlado para hacer alguna operación. "Si estaba conmigo o o sabía donde andaba, podía moverse libremente."

Después de los atentados

Se me acercó Trashorras para decir que eso 'había sido cosa de moros'(...) yo le dije que 'no hombre no, olvídate, que es un tema de ETA
"El día 12 o 13 se me acercó Trashorras para decir que eso 'había sido cosa de moros'(...) yo le dije que 'no hombre no, olvídate, que es un tema de ETA'", ha asegurado el testigo.

El testigo ha asegurado como el lunes o martes después del 11-M Trashorras se le acercó para decirle que era "los moritos" los que estaban detrás de los atentados. "Me dijo que 'La última vez que estuve con el morito me dijo que si no nos veíamos en la tierra nos veríamos en el cielo', fue eso porque me dijo que sabía que era los atentados era un tema de los moritos."

El 17 de marzo, el testigo ha asegurado como llamó a Madrid para comunicarles lo que le había contado Trashorras. "Les dije que si en cualquier momento querían hablar con él yo le llamaba y él vendría."

Ese mismo día se inicia un interrogatorio, al que asisten un miembro de la jefatura de la Policía y un miembro del CNI, según ha relatado el testigo. "Estuve presente hasta las cinco, porque vi como se escudaba en mi presencia para no hablar."

Por la noche, según ha relatado el testigo, cenó con el propio Trashorras, ya que hasta la madrugada no le fueron leídos sus derechos. "Le dije que era una formalidad y que iba a viajar a Madrid para declarar", ha asegurado el testigo.

En la última pregunta del fiscal, el inspector conocido como Manolón ha asegurado que Trashorras le mandó una carta en la que le daba las gracias por todo lo que había hecho por él, y que sin llegar a su destinatario, fue publicada en el diario El Mundo.

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