La figura del minotauro como álter ego de Picasso, protagonista de la Casa Natal hasta septiembre

La sala de exposiciones que la Fundación Picasso-Museo Casa Natal de Málaga tiene en el número 13 de la plaza de la Merced acoge desde este jueves hasta el 28 de septiembre una muestra que tiene como protagonista a la figura del minotauro como álter ego del artista malagueño.
De la Torre y José María Luna en muestra Picasso: El Minotauro en su laberinto
De la Torre y José María Luna en muestra Picasso: El Minotauro en su laberinto
EUROPA PRESS
De la Torre y José María Luna en muestra Picasso: El Minotauro en su laberinto

La sala de exposiciones que la Fundación Picasso-Museo Casa Natal de Málaga tiene en el número 13 de la plaza de la Merced acoge desde este jueves hasta el 28 de septiembre una muestra que tiene como protagonista a la figura del minotauro como álter ego del artista malagueño.

La exposición 'Picasso. El minotauro en su laberinto' se centra, a través de 54 piezas procedentes de coleccionistas privados y de la Fundación Juan March, entre grabados, fotografías y material documental, en el mito del minotauro y en su asimilación e, incluso, identificación por parte del genio.

El director de la Fundación Picasso-Museo Casa Natal, José María Luna, ha incidido en que el minotauro es "una pieza referencial" en la obra del artista malagueño, ya que "es una figura en la que se representa y se ve representado, es su vida, su propio laberinto, es esa pulsión entre lo racional y lo irracional que impulsa su genio creador, con todo lo bueno y lo malo que ello conlleva".

Al empezar el recorrido por la muestra hay dos citas en la primera sala que proporcionan la clave para entender la exposición. Una de ella es del propio Picasso: "Si se marcaran en un mapa todos los itinerarios que he recorrido y se unieran con una línea, ¿no aparecería quizá un minotauro?".

La otra corresponde a su galerista y amigo Daniel-Henry Kahnweiler: "El minotauro de Picasso, que festeja, ama y se bate, es el propio Picasso". Junto a estos indicios, la icónica fotografía de Edward Quinn en la que el artista malagueño posa con una máscara de toro. Todo ello da la pista definitiva: la criatura mitad toro y mitad hombre, que vaga por el laberinto atemorizando a los mortales, es en realidad su álter ego.

Picasso habla a través de la bestia mitológica de sus miedos y obsesiones y el grabado se convierte en un diario personal mediante el que se desentraña la faceta más íntima de un momento especialmente convulso de su vida: la ruptura con Olga Kokhlova y su incipiente amor y paternidad con Marie-Thèrese Walter.

Tras su primera aparición en 1928, el minotauro se apropia del protagonismo creativo picassiano en la década de los años 30, en la que el tándem toro-caballo tendrá una especial significación.

Esta fascinación queda patente desde el inicio de la exposición, donde se puede contemplar en un mismo espacio el número primero de la revista surrealista 'Minotaure', para la que Picasso representó a la bestia en forma de collage, y el cénit de la presencia del minotauro en la creación picassiana de ese periodo: el grabado 'La Minotauromaquia'.

Precisamente, Luna ha resaltado durante la presentación que se trata de una de las piezas más importantes de su carrera como grabador, que compendia toda la iconografía creada en torno a la identificación del artista con la bestia y que, además, supone un antecedente fundamental para su obra más universal, el 'Guernica'.

Entre estos dos hitos median apenas dos años, durante los cuales adopta para su representación un lenguaje plenamente clásico, como queda patente en las 15 estampas de la Suite Vollard, que conforman el núcleo central de la muestra y que tienen como escenario principal el taller de un escultor, donde se asiste, escena por escena, al tránsito desde los excesos carnales del minotauro a la muerte y la posterior redención de la bestia a través del amor, representado en la obra por su nueva y joven pareja, símbolo de paz y juventud.

La atracción por la criatura mitológica en la obra de Picasso también se repasa en la muestra a través de una completa bibliografía dedicada a su estudio, en la exhibición de la colección completa de las revistas 'Minotaure', cuyas portadas ilustraron artistas de la talla de Matisse, Duchamp, Derain, Dalí, Miró o Magritte.

Y sobre todo en el especial interés que plumas contemporáneas tan importantes como las de Jorge Luis Borges y Julio Cortázar, de quien se cumple el centenario de su nacimiento, mostraron sobre esta criatura mitológica.

Nueva exposición en málaga

Esta muestra, que ya ha tenido otros escenarios como Madrid o Palma de Mallorca, llega a Málaga con otra visión. "Nuestro equipo y el de la Fundación March han trabajado para que esta exposición tenga su propia singularidad", ha declarado Luna.

Al respecto, el director del Departamento de Exposiciones de la Fundación Juan March, Manuel Fontán, ha afirmado que la muestra que acoge la sala de la plaza de la Merced "no solo está rehecha, sino que es singular"; incluso, ha añadido, "está mejorada y se presenta bajo un prisma totalmente distinto".

Más aún, ha manifestado que "ver la exposición aquí me ha supuesto una especie de segunda sorpresa y he visto cosas que en Madrid se me habían escapado".

Por otra parte, Fontán ha confirmado que habrá nuevas colaboraciones con la Fundación Picasso de cara a 2015; en concreto, con la posible exposición de piezas de la colección de la entidad malagueña en el Museo Fundación Juan March de Palma.

Finalmente, el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, quien ha destacado durante esta presentación la "importancia" de la actividad de la Casa Natal dentro de la actividad cultural de la ciudad, ha hecho especial hincapié en "esta gran exposición, tan identificada con la vida y la obra de Picasso y tan completada con revistas y libros". "Es una muestra muy completa y muy bien trabajada", ha apostillado.

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