Aumenta el número de adultos bajo tutela de la Comunidad por trastornos mentales o adicciones

  • La Agencia Madrileña para la Tutela de Adultos asiste ya a 4.625 mayores de edad que no se valen por sí mismos y no tienen familiares aptos para protegerlos.
  • De todos ellos, 2.274 están bajo tutela completa (un 73% más que en 2007): la Comunidad gestiona sus bienes, les representa y es responsable de su salud.
  • "Ahora se detectan más patologías duales (un trastorno mental previo agravado por adicciones) y hay más capacidad de absorción", explican en Asuntos Sociales.
  • "Me abandoné por la droga y mi enfermedad mental. Ahora estoy aprendiendo a manejar mi propia vida", dice Eduardo, que ahora necesita protección parcial.
Eduardo Matute, madrileño de 39 años atendido por la Agencia para la Tutela de Adultos de Madrid: "Era incapaz de enfrentarme a la vida. Ahora estoy mejorando, pero llevará tiempo".
Eduardo Matute, madrileño de 39 años atendido por la Agencia para la Tutela de Adultos de Madrid: "Era incapaz de enfrentarme a la vida. Ahora estoy mejorando, pero llevará tiempo".
JORGE PARÍS
Eduardo Matute, madrileño de 39 años atendido por la Agencia para la Tutela de Adultos de Madrid: "Era incapaz de enfrentarme a la vida. Ahora estoy mejorando, pero llevará tiempo".

Son adultos y, en teoría, deberían poder gobernar su vida por sí mismos. Pero una enfermedad mental, una discapacidad intelectual o la adicción a las drogas y el alcohol les impide tomar decisiones rutinarias en su día a día. A esta incapacidad se le suma la falta de familiares idóneos que se puedan hacer cargo de ellos. Finalmente, un juez acaba declarándolos incapacitados legalmente y, ante la carencia de tutores próximos, su tutela termina recayendo en la Comunidad de Madrid.

El número de personas que necesitan el amparo de la administración pública se viene incrementando en los últimos años en Madrid. La Agencia Madrileña para la Tutela de Adultos (organismo de la Consejería de Asuntos Sociales) asiste ya a 4.625 mayores de edad con capacidad legal limitada, según datos de abril de este año. De todos ellos, la Comunidad ejerce la tutela completa de 2.274 personas, frente a los 1.311 que custodiaba en 2007 (un 73,4% más en este periodo). En estos casos extremos, la Agencia para la Tutela se hace cargo de la administración de sus bienes personales, de su defensa legal, su representación ante cualquier instancia y de sus cuidados tanto sanitarios como afectivos.

Además de tutelas, la Agencia también proporciona otras formas de amparo que no incluyen todas las atenciones anteriores, como defensas judiciales (a 1.934 personas), tutelas provisionales (36 usuarios), administraciones provisionales (60 personas) y curatelas (321 usuarios). Estos también son modelos de guarda y protección para personas incapacitadas, aunque se dirige a usuarios que tienen mayor grado de autogobierno.

"Uno de los colectivos más vulnerables"

"Nos hacemos cargo de ellos cuando un juez lo dicta, en caso de que no tengan parientes directos o éstos no sean idóneos para cuidarlos por edad, salud o conflictos familiares", aseguran trabajadores sociales encargados de la atención a los tutelados. "Es uno de los colectivos más vulnerables de la sociedad. Tienen incapacidades que les impiden actuar por sí mismos, por lo que la agencia les representa en todo, desde tomarse una medicina hasta realizar compras o acudir a un juzgado", explican.

El crecimiento experimentado en los últimos años está motivado, entre otras razones, "por la detección de más pacientes con patología dual, es decir, personas con un trastorno de conducta previo y en ocasiones no diagnosticado que se agrava por adicciones, como alcoholismo o drogas", apunta Carolina García Durrif, directora de la Agencia.  El número de atendidos por el organismo regional también aumenta "debido a que las familias y las asociaciones privadas que hasta ahora se solían hacer cargo de ellos están asumiendo menos casos porque carecen de los medios suficientes", añade García Durrif. Por otro lado, "hay mayor capacidad de absorción de casos y ha crecido la profesionalización para detectar las necesidades" de personas desamparadas.

A sus problemas de salud y de desprotección se le suman las dificultades económicas. Los adultos tutelados suelen ser personas de renta baja: aproximadamente el 60% de ellos tienen ingresos inferiores a 10.000 euros anuales. Por tramos de edad, el colectivo más numeroso es el incluido entre 50 y 59 años (el 17,2% tienen esa edad), seguido de aquellos que tienen entre 40 y 49 (un 15,28%). También hay una bolsa elevada de personas mayores de 80 años, principalmente pacientes de Alzhéimer o con demencia senil.

Piden más agilidad y medios

Pese a su labor, la Agencia no está exenta de polémica. El fiscal superior de Madrid, Manuel Moix, advirtió hace apenas dos semanas de un "retraso" en la presentación de cuentas de la Agencia para la Tutela de Adultos y apuntó a la "posible insuficiencia de medios" como causa. La Agencia reconoce "un atasco al incrementarse el número de tutelados, aunque se está solucionando con un proceso de informatización de expedientes y más personal", según su directora. Por su parte, UPyD ha denunciado en la Asamblea de Madrid casos en los que la Agencia "no rinde cuentas" y quejas de tutelados. Sin embargo, desde la Agencia relativizan esas reclamaciones: "Solo hay una veintena de quejas al año, todas por asuntos leves, y terminan archivadas", defiende la Agencia.

José Ángel, tutelado, 45 años: "Perdí a mi familia por mi enfermedad mental"

José ÁngelJosé Ángel tenía una vida normalizada, con mujer y tres hijos. Pero cerca de los 35 años se le desarrolló una enfermedad mental que hasta el momento había permanecido oculta: "Mi hermano consumía drogas y mi madre enfermó. Me dediqué por completo a intentar ayudar a mi hermano para que dejara las drogas, pero él se metía cada vez más, y acabé desarrollando una esquizofrenia paranoide", recuerda José Ángel. Sus cuidadores achacan el desarrollo de la enfermedad al estrés sufrido por los conflictos familiares.

"Mi mujer se divorció y perdí a mi familia. Llevo 10 años sin ver a mis hijos", cuenta. Un juez declaró la incapacidad de José Ángel y otorgó su tutela a la Comunidad. En estos años su capacidad de autogobierno ha mejorado notablemente: "Desde que estoy aquí veo que puedo hacer más cosas por mí mismo. Me prestan apoyo, mi trabajadora social está todo el día encima de mí. Ahora mis cuidadores están planteando que pueda ir viendo a mis hijos progresivamente. Esa es mi esperanza".

Eduardo, 39 años: "Estoy aprendiendo a manejar mi propia vida"

Eduardo MatuteEduardo es un ejemplo de superación. Tuvo que ser tutelado durante años por la Comunidad, debido a incapacidad para autogestionarse. Sin embargo, ha avanzado en su capacidad para valerse por sí mismo y ya no necesita la tutela completa. Actualmente está protegido bajo la figura de una curatela, que se presta a personas con incapacidad parcial pero con mayor grado de autogobierno personal. "La droga empeoró un trastorno esquizoafectivo que sufría previamente. Entre la droga y la enfermedad acabé abandonándome, ni me duchaba ni veía a la gente. Utilizaba la droga para esconderme del mundo. Al final tuvieron que tutelarme los trabajadores sociales, por petición de mi madre, porque yo era incapaz de enfrentarme a la vida y ella estaba enferma", recuerda Eduardo.

Ahora su historia está cambiando: "Estoy aprendiendo a manejar mi vida y no necesito la tutela total. Tengo un trabajo en un comedor social, pinto cuadros e incluso se muestran en exposiciones [Bienal de Arte Contemporáneo de la Fundación ONCE, en Centro Centro, Palacio de Cibeles]. Voy mejorando aunque este es un proceso lento y me llevará tiempo", asume.

Isaac, 39 años: "Me tutelaron para que no quedara tirado en la calle"

IsaacIsaac también fue víctima de las drogas y necesita la ayuda plena de los trabajadores sociales de la Agencia para la Tutela. "He estado tres veces en la cárcel y fui toxicómano. Al final ya no podía vivir sin apoyo y mi madre sufrió un ictus, así que pidió que me tutelaran para que no me quedara tirado en la calle. Vengo cada semana a ver a los asistentes para que me den dinero, porque yo no puedo utilizarlo sin permiso. Es una gran ayuda", explica Isaac. "Tenía muchas adicciones, pero ahora ya me he quitado de la droga y estoy en tratamiento", añade.
Mostrar comentarios

Códigos Descuento