Los mercados de Madrid podrán sacar tenderetes a la calle y se autoriza más venta ambulante

Las terrazas, mercadillos e instalaciones publicitarias se han adueñado de las calles de Madrid en los últimos años. Ahora, el Ayuntamiento prevé dar una nueva vuelta de tuerca a esta ocupación de la vía pública por parte de actividades comerciales: el pleno municipal ha aprobado este miércoles la nueva Ordenanza de Dinamización de Actividades en Dominio Público, que permite a los mercados sacar tenderetes a la calle para realizar ferias y actos de promoción, autoriza la venta de alimentos envasados en la calle (por ejemplo, en el entorno de estadios de fútbol) y prevé nuevas modalidades de venta ambulante en la vía pública.

Entre las novedades de la normativa se encuentra la posibilidad de que los mercados y asociaciones de comerciantes organicen más mercadillos en las plazas madrileñas. "El Ayuntamiento podrá expedir autorizaciones especiales a los comerciantes gestores de los mercados municipales y asociaciones empresariales para que puedan desarrollar conjuntamente su actividad en plazas, calles y otros espacios públicos", explican fuentes del Consistorio. Además, la ordenanza establece que se "podrá autorizar el uso de terrenos de dominio público para el ejercicio de actividades comerciales y de servicios" asociados a los mercados y a las "zonas de iniciativa emprendedora" (agrupaciones de locales de ejes comerciales).

Los comerciantes madrileños han solicitado la inclusión de esta medida en la ordenanza con el objetivo de fomentar el consumo. "Nuestra intención no es sacar los puestos de carnicería o la pescadería a la calle, sino realizar actividades de promoción en el exterior para darnos a conocer y atraer a la gente mediante pequeñas ferias, actividades de promoción, actos lúdicos, jornadas gastronómicas o sacar algún alimento para degustación", apunta Javier Ollero, presidente de la Federación de Comercio Agrupado y Mercados de Madrid (Cocam). "Nuestra propuesta va en la línea del Ayuntamiento, que quiere que la gente disfrute de la calle. Eso sí, estos actos se harían en ocasiones puntuales y siempre que haya espacio suficiente en la calle", aclara Ollero.

Sin embargo, vecinos del centro temen que esta ordenanza acentúe todavía más "la invasión del espacio público por parte de las actividades comerciales", según un portavoz de la asociación de vecinos Ópera-Austrias. "Las calles del centro ya están hipersaturadas, entre terrazas, eventos y mercadillos, con todas las molestias y ruidos que conlleva. Al final el centro será un lugar intransitable, donde solo puedan convivir los turistas y los comerciantes. El Ayuntamiento ha convertido nuestras calles en un enorme bar al aire libre y ahora pretende convertirlo en un mercadillo gigantesco", lamenta Ramón Rufín, de la plataforma de vecinos de Centro.

También consideran que el objetivo del Ayuntamiento es "recaudar": en 2014, los Presupuestos municipales prevén 1,83 millones de euros de ingresos por la tasa de ocupación del dominio público mediante puestos callejeros, 298.000 euros por la ocupación mediante acciones publicitarias y 7,5 millones por la tasa de terrazas.

Por otro lado, la ordenanza incluye un nuevo artículo para "autorizar la venta de productos alimenticios envasados sometidos a transformación por establecimientos autorizados para expender los mismos al consumidor en situados aislados en la vía pública". En definitiva, se podrán dar licencias para practicar la venta ambulante de alimentos envasados "siempre que se respete la normativa de higiene y sanidad". Según un ejemplo puesto por el propio equipo de Botella, "a partir de ahora, el Ayuntamiento podrá licitar autorizaciones para que se instalen, por ejemplo, puestos de ensaladas y sándwiches alrededor de estadios de fútbol". Hasta ahora, esta práctica se suele realizar de forma irregular por parte de los lateros, que venden bebida y comida en el entorno de zonas de ocio, instalaciones deportivas y de espectáculos. Ahora se necesitará autorización. "La normativa evitará la competencia desleal", aseguran en el Consistorio.

Además, se autoriza la venta de nuevos artículos alimenticios que hasta ahora estaban prohibidos, como "bollería ordinaria, galletas y barquillos (envasados por establecimientos autorizados)". También se permitirá vender artículos de temporada durante todo el año: así, la autorización para los puestos de castañas ya no estará limitada de noviembre a mayo; y los tenderetes de helados, melones o sandías estarán permitidos también en los meses de invierno.

Los mercados municipales también podrán ofrecer degustación de alimentos en los propios puestos o incluso en los pasillos, al estilo de lo que ya ocurre en el mercado de San Miguel. El objetivo municipal es convertir los mercados en "centros de atracción tanto de consumo interno como de turismo gastronómico". Por otra parte, los titulares de los locales en los mercados podrán ceder su uso a varios operadores para que actúen de forma simultánea en un mismo espacio. Según el Ayuntamiento, esta medida está inspirada "en el funcionamiento de los coworkings para emprendedores".