Los diputados del Parlament Jordi Turull (CiU), Marta Rovira (ERC) y Joan Herrera (ICV-EUiA) han abogado por el diálogo para llegar a un acuerdo que permita celebrar una consulta sobre la independencia de Cataluña el próximo 9 de noviembre, pero han advertido que no renunciarán a ella. Lo han hecho en el Congreso de los Diputados, que este martes por la tarde acoge el debate sobre la petición de transferir a la Generalitat la competencia para convocar referéndums.

El primero en intervenir ha sido el portavoz de CiU en el Parlamento de Cataluña, Jordi Turull, quien pese a querer un acuerdo ha avisado que Cataluña ha tomado un "camino de no retorno". "Venimos a buscar un acuerdo para hacer posible la consulta, que es necesario, y que si se quiere, se puede", ha afirmado. Sin embargo, ha dejado claro que, si el Congreso no permite la consulta, "no desistirán" y buscarán "otras vías" que permitan a los catalanes "votar y decidir su futuro".

"No nos hemos metido en un callejón sin retorno. El pueblo de Cataluña ha iniciado un camino sin retorno, pacífico y democrático para decidir su futuro", ha incidido. Seguido desde la tribuna por una veintena de diputados de CiU del Parlament, Turull ha subrayado que, como Rovira y Herrera, ha acudido al Congreso en representación de un pueblo que, a lo largo de la historia, ha contribuido a la "modernización" de España, que "se reconoce como nación" y que no se reconoce en la "resignación".

Por su parte, la portavoz de ERC en el Parlamento catalán, Marta Rovira —quien ha saludado al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y a la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, antes de subir al estrado—, ha considerado lógico que los catalanes tengan sensación de frustración y ha advertido de que la consulta es la ilusión y la esperanza de Cataluña. "Y ni ustedes ni nadie nos la podrán quitar", ha dicho.

La también secretaria general de ERC ha apuntado que en las últimas elecciones autonómicas el 70% de los catalanes dio un mandato a sus representantes de convocar un referéndum para decidir el futuro de Cataluña como pueblo. En su opinión, la mayoría de catalanes ha llegado a la conclusión de que el "encaje" en España no es posible, pues existe la sensación de que: "no se nos acepta como somos, como pensamos, como hablamos, como soñamos".

En ese sentido, ha añadido que en Cataluña no existe la sensación de que el Estado esté a su lado y, por ello, hay una mayoría que piensa que la mejor manera de trabajar por sus hijos es "votar para construir un Estado que sea útil para las personas". La parlamentaria ha subrayado que, antes de la consulta, se ha "intentado todo", pactos políticos y económicos, sin resultados, pero ahora están "sufriendo muchísimo" porque ven que les "quitan de las manos" los instrumentos para ayudar a los ciudadanos.

Por eso, los defensores de la consulta están convencidos de que esa es "la mejor manera" de defender a dicha mayoría sino a "a todo el pueblo de Cataluña". "El país se nos derrite en las manos, no tenemos suficientes recursos, instrumentos, competencias para poder ayudar a los ciudadanos", ha agregado. Con todo, ha pedido el voto "a favor de un pacto político, un acuerdo para democracia" y ha recalcado que ese acuerdo "es posible, es legal y es democrático".

El líder de ICV-EUiA en el Parlament, Joan Herrera, ha pedido al Congreso que actúe de forma "razonable" e "inteligente" y autorice la consulta soberanista, porque "no hay mejor propuesta que la ciudadanía hable", y ha advertido de que el "no" solo hará "aumentar la distancia" de Cataluña con el resto de España. "Lo razonable e inteligente en otras latitudes es canalizar la demanda, no negarla, a no ser que se busquen réditos electorales", ha señalado.

Después de que el presidente del Congreso, Jesús Posada, le diera a Herrera la bienvenida "a su antigua casa" —fue diputado en el Congreso—, el líder ecosocialista ha afeado a la mayoría de la Cámara su política "partidista" de "negar el debate", como "prisioneros del anticatalanismo que han sembrado años y años".

Herrera ha afirmado que ha acudido a la Cámara baja "no a hablar de derechos históricos, ni de sangre, ni de identidades", sino de una "demanda democrática" de una ciudadanía que "ha cambiado de chip". "Yo vengo de una tradición de negociar, hoy no sentimos esa Constitución como propia", ha recalcado Herrera, quien ha considerado que, en este escenario, "no hay mejor propuesta que la ciudadanía hable", en alusión a la consulta.

En este sentido, Herrera ha advertido de que "este conflicto puede tener una solución democrática o una autoritaria" pero estas últimas "no son perdurables cuando hay una mayoría social a favor de la consulta". Y ha concluido: "Demócrata es una actitud política, cultura democrática es encarar un debate que viene de la sociedad catalana, democracia es una actitud política, una actitud ante la vida".