Rajoy cree que los españoles expresaron su «serena indignación»

El PSOE acusó ayer al PP de «olvidarse de las víctimas de Irak» en la manifestación del sábado. Rubalcaba comparece mañana.
Era de esperar que la resaca política de la manifestación del sábado enfrentara ayer a socialistas y populares. El secretario de organización del PSOE, José Blanco, acusó ayer al líder del PP, Mariano Rajoy, de olvidarse de las víctimas del 11-M y de Irak en la marcha que encabezó.«A Mariano Rajoy le parecieron muchos los que asistieron, pero son la mitad de las víctimas de la guerra de Irak». Sobre las víctimas del 11-M, «Rajoy no les dedicó ni un minuto», aseguró Blanco.

Rajoy, por su parte, señaló ayer que la manifestación fue una «demostración de civismo y de democracia» donde los españoles «expresaron su indignación de una manera muy serena y pidieron un cambio en la política antiterrorista del Gobierno».

El líder del PP afirmó que la indignación de los participantes en la marcha se debía a «algunas decisiones que no son aceptables en un país democrático».

El PP logró convocar el sábado la protesta más numerosa de las ocho que se han producido esta legislatura contra la política antiterrorista del Gobierno socialista. Una marcha en la que apenas se vieron banderas españolas preconstitucionales (uno de los mayores temores del PP) y en la que apenas hubo insultos contra Zapatero, excepto los de «embustero», «gallina» y «cobarde».

Todos contra el PP

Los partidos nacionalistas también criticaron la manifestación. El PNV cree que el objetivo de la concentración sólo fue «aupar al PP al Gobierno». ERC la ha calificado de «exhibición de falangismo nostálgico» y «auténtico golpe de Estado en la calle». CiU acusó a Rajoy de utilizar de nuevo el discurso que «España está en peligro y que ellos son los salvadores».

Las escenas de confrontación entre PSOE y PP volverán seguramente mañana cuando el ministro Rubalcaba explique en el Congreso la decisión de conceder el segundo grado a De Juana.

¿340.000 o más de dos millones?

Y una vez más, como ya es costumbre en las manifestaciones contra el Ejecutivo, se produjo la tradicional guerra de cifras en el número de asistentes. Para la Delegación del Gobierno en Madrid acudieron 342.655 personas; para la Comunidade de Madrid (PP), los asistentes fueron 2,1 millones de personas, y para los convocantes (PP), 2,5 millones de personas. Antes de la marcha, la Policía Nacional explicó que en los 229.938 m2 que mide el recorrido de la marcha (entre Alcalá y la plaza de Colón) sólo caben 919.752 personas.

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