Atenas vivió este jueves su peor jornada dentro de las protestas estudiantiles que se están desarrollando en los últimos meses con motivo de las últimas reformas educativas emprendidas por el Gobierno griego. Una manifestación de 20.000 estudiantes y docentes en la capital degeneró en otra revuelta liderada por 300  jóvenes violentos.

Los disturbios comenzaron cuando algunos de los manifestantes, cubiertos con capuchas y cascos, destrozaron algunos escaparates y lanzaron artefactos incendiarios contra un banco del centro de la ciudad, según informa el Herald Tribune International.

Los momentos de mayor tensión se vivieron frente al Parlamento, donde los estudiantes persiguieron a un grupo de policías antidisturbios y prendieron fuego a un puesto de guardia en la Tumba del Soldado Desconocido, justo bajo la entrada principal del edificio.

El saldo de los enfrentamientos, que todavía prosiguen en las calles principales de la capital griega,  es de cuarenta detenidos y al menos diez personas heridas leves.

Gases lacrimógenos

La Policía recurrió al lanzamiento de gases lacrimógenos para dispersar a los manifestantes. En ese momento, los estudiantes lanzaron bengalas y bombas de petróleo a los agentes. Los choques entre manifestantes y policías dejaron parte de la céntrica plaza Syntagma cubierta de piedra, botellas vacías y bates de madera.

La Policía había desplegado más de un millar de antidisturbios en el centro de la capital griega en previsión de posibles altercados.

Los organizadores de la manifestación, que protestaban por la nueva reforma en la enseñanza superior, han condenado estos episodios de violencia.

La reforma permite la creación de universidades privadas y extranjeras en el país, mientras que los estudiantes abogan por una educación superior gratuita.