Cuatro hermanos de 3, 5, 8 y 12 años de edad han fallecido esta noche a consecuencia de un incendio que se ha declarado en un piso del municipio de El Vendrell (Tarragona), en el que también se han producido cuatro heridos de diversa consideración. Se da la circunstancia que la familia había regresado al piso del que fue desahuciada con anterioridad.

Tras un tiempo viviendo fuera de El Vendrell —en la urbanización Sant Jordi, en la localidad cercana de Santa Oliva—, los padres había vuelto con sus hijos a la que fuera su casa, donde ha tenido lugar el trágico suceso. El alcalde de la localidad, Martí Carnicer, ha confirmado que la familia fue desalojada de su casa.

El diputado de ICV, Joan Herrera, también ha denunciado en el Parlament el hecho de que la familia hubiera sido desahuciada del piso y que tuviera que volver a ocuparlo tiempo después. Algunos vecinos, muy conmocionados, apuntan a que, tras entrar de nuevo en la que fue su vivienda, se habían conectado al suministro de electricidad de forma irregular, extremo que deberán esclarecer también la investigación.

Herrera ha reclamado al presidente de la Generalitat, Artur Mas, que el Govern presente un informe de lo sucedido. La mayoría de grupos parlamentarios han expresado su duelo por el trágico incencio durante la sesión de control al Govern en el Parlament.

El consejero Espadaler, Ramon Espadaler, se ha desplazado hasta el lugar de los hechos y ha explicado que la familia, de origen magrebí, "arrastraba dificultades" económicas. El alcalde de la localidad, Martí Carnicer, ha añadido que la familia había sido atendida por los servicios sociales aunque no consta que actualmente estuviera recibiendo ayuda.

La familia ya había sufrido otro incendio en su negocio hace cuatro años, según ha explicado el jefe de Servicios Sociales de este municipio, Josep Miquel Beltran. Tenía una carnicería en las inmediaciones de la N-340 que ardió en el año 2010, un siniestro que les "empobreció", y desde esa fecha tuvo que acudir a los servicios sociales de El Vendrell por la grave situación económica que sufría.

"Nos pidieron que les tramitáramos la prestación de la renta mínima de inserción (Pirmi), para lo que se les requirió documentación que la familia presentó incompleta", ha proseguido. "Al tener muchos menores a su cargo, derivamos su caso a Barcelona y allí también se lo denegaron porque faltaba documentación", ha continuado Beltran.

Los Servicios Sociales de El Vendrell le perdieron el rastro hasta el 25 de octubre del 2011, cuando el hijo mayor les comunicó que habían perdido un juicio con una entidad bancaria, y que dejaban la vivienda, y que se trasladaban a vivir al municipio vecino de Santa Oliva, según ha relatado Beltran.

Esta nueva vivienda estaba situada en la urbanización de Sant Jordi de Santa Oliva, limítrofe con El Vendrell, por lo que al haber acuerdos intermunicipales, los hijos de la familia siguieron acudiendo al colegio Teresina Martorell de El Vendrell.

Los 350 alumnos del colegio han guardado cuatro minutos de silencio por sus compañeros, a quienes también han recordado con música, poemas y dibujos. Este jueves el centro también estará de luto y se harán actividades especiales. El centro deportivos donde juagaban algunos de los niños también está de duelo.

La última noticia del ayuntamiento sobre esta familia data del 7 de noviembre de 2011, cuando se dieron de baja del padrón municipal, si bien, según Beltran, los atendían los servicios sociales del Consell Comarcal del Baix Penedès. No obstante, Beltran ha añadido que desconocían si habían vuelto a ocupar la vivienda ahora calcinada, como han señalado algunos vecinos.

Según han informado los Bomberos de la Generalitat, el incendio se declaró hacia las 23.40 horas del martes en un piso situado en el número 4 de la calle del Mig, en el barrio de las Planes, un núcleo de apenas tres calles con un alto índice de población inmigrante y muy castigado por el paro.

De entre los cuatro heridos, el más grave es el padre de los menores, de 51 años, que ha sido trasladado a la Unidad de Grandes Quemados del hospital de Vall d'Hebron de Barcelona. Tiene quemaduras de segundo grado en el 11% del cuerpo, que al parecer se hizo al intentar salvar a sus hijos, y su estado es crítico pero estable.

Los otros tres heridos, de menor gravedad, son la madre, de 38 años,  y otros dos hijos, de 2 y 18 años. Han sido evacuados al Hospital de El Vendrell aunque posteriormente la madre y la pequeña han sido trasladados al mismo centro que el padre para tratarlos por la inhalación de humos. El hijo mayor ha recibido el alta horas después.

A las 00.37 horas los Bomberos han dado por apagado el incendio, que ha destruido el piso siniestrado, de tres habitaciones y unos 60 metros cuadrados, en el que residían las víctimas mortales y los heridos, miembros de una misma familia. La vivienda afectada se halla en la última planta de un edificio de cuatro plantas, con 4 viviendas en cada una de ellas.

Los Bomberos han desplazado hasta el lugar del siniestro siete dotaciones y, al llegar, han comprobado que el fuego estaba completamente desatado y afectaba a una vivienda de la cuarta planta del inmueble. "Hemos podido rescatar a la madre y a un niño, pero no hemos podido hacer nada por los fallecidos", ha explicado el jefe de los Bomberos de Tarragona, Bienvenido Aguado.

También ha indicado que el padre y el hijo mayor pudieron escapar de las llamas al salir por el balcón pero la entrada de aire podría haber avivado el incendio. Aguado ha explicado que el piso estaba repleto de material combustible, como ropa o colchones, y que el incendio ha sido tan violento que "no queda ni siquiera rastro de los muebles".

De hecho, cuando han llegado los bomberos, seis minutos después de recibir el aviso, según Aguado, se han encontrado el piso "totalmente en llamas, excepto la habitación de la madre, en la parte posterior, que estaba con el bebé en brazos y la hemos podido rescatar". La mujer gritaba "los niños, los niños", que estaban en la habitación interior, donde aparecieron ya muertos tres de ellos, y en otro cuarto hallaron el cadáver de otro hijo.

El resto de vecinos del inmueble han sido desalojados como medida preventiva y a partir de las 3.45 horas han empezado a regresar a sus casas. Protección Civil de El Vendrell ha activado un centro de acogida provisional para estos vecinos. También se han desplazado hasta el lugar un equipo de psicólogos para dar apoyo psicológico a los familiares de las víctimas.

El consejero de Interior ha pedido no especular sobre las causas del fuego, que ya están siendo investigadas por la policía científica, que ha pedido un informe a la compañía eléctrica.

Aguado ha señalado que no será fácil determinar las causas del siniestro porque el piso ha quedado "totalmente calcinado por el efecto polvorín". El jefe de emergencias ha añadido que aún se desconoce dónde se ha producido exactamente, aunque sí que saben que ha sido "en la zona central" de la vivienda, probablemente en el comedor.

El consistorio ha celebrado a las 13 horas un pleno extraordinario y ha decretado dos días de duelo "para transmitir el apoyo del Ayuntamiento" a las víctimas. "No tenemos recuerdo de una circunstancia tan dramática y estamos consternados", ha lamentado Carnicer.

Interior rechazó las críticas de los vecinos, visiblemente indignados, de que los bomberos habían tratado hasta 30 minutos en aparecer. Según la Consejería, el primer vehículo llegó a los 6 minutos, ya que El Vendrel dispone de parque de bomberos propio. Aguado también ha negado esa tardanza.

El fallecimiento de cuatro hermanos de 3, 5, 8 y 12 años de edad, esta noche a consecuencia de un incendio declarado en un piso en El Vendrell (Tarragona), es uno de los siniestros más graves de este tipo ocurridos en España en las dos últimas décadas.

El último incendio con trágicas consecuencias tuvo lugar el pasado 24 de febrero, cuando fallecieron 6 miembros de una misma familia, y otros cinco resultaron intoxicados. Las víctimas mortales fueron una mujer de 59 años, dos de sus hijas, de 35 y 36 años, y sus tres nietos, de entre 4 y 6 años, al incendiarse una casa rural de la localidad de Tordómar (Burgos). Un chispa de chimenea que pudo alcanzar un sofá, fue posible origen de del suceso.

Otro incendio con gran número de fallecidos se registró el  20 de abril de 2008. En este siniestro perecieron seis miembros de una misma familia ( el matrimonio; sus tres hijos: un joven de 25 años, una hija de 18 años, embarazada de 12 semanas y un hijo de 16 años, así como el novio de la chica), al incendiarse su vivienda en Écija (Sevilla), debido a un brasero o un aparato calefactor que quedó encendido.

Otras cuatro personas, la madre y tres hijos de 11 meses, 4 y 2 años, morían el 1 de febrero de 2000, en el incendio declarado en el interior de la casa prefabricada en la que vivían en Bailén (Jaén)

El incendio con fallecidos menores más grave de las últimas décadas ocurrió el 1 de marzo de 1992, que se saldó con la vida de cuatro niños de edades comprendidas entre los seis meses y los cuatro años, y la abuela de estos, de 57 años, asfixiados al declararse un incendio, causado por un cortocircuito, en su vivienda del municipio de Narón (La Coruña).