Quince inmigrantes de origen subsahariano han llegado a Melilla a bordo de una patera, la segunda que arriba a la ciudad en menos de 24 horas. Según fuentes de la Delegación del Gobierno, la embarcación con los quince inmigrantes, entre los que había una mujer menor de edad, ha llegado al puerto comercial de la ciudad hacia la 01.45 horas.

Los inmigrantes han desafiado las condiciones adversas del mar, ya que la ciudad autónoma se encuentra desde el domingo en alerta amarilla por fuertes vientos que han alcanzado rachas de hasta 100 kilómetros por hora.

Horas antes de la llegada de esta patera, sobre las 06.30 horas del domingo, la Guardia Civil rescató otra embarcación en aguas de Melilla con 32 inmigrantes a bordo, que arremetieron contra los agentes del instituto armado que acudieron en su auxilio.

La presión migratoria sobre Melilla es extrema, tanto por tierra como por mar, ya que la ciudad autónoma ha vivido en las últimas semanas varios saltos de la valla, así como entradas en patera y en doble fondos de vehículo e incluso en el interior de una maleta. El Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes vive una situación complicada, ya que se encuentra casi al triple de su capacidad, lo que ha obligado a instalar distintas tiendas de campaña para dar cobijo a los últimos subsaharianos que han entrado.

Tres inmigrantes subsaharianos han conseguido saltar la doble valla fronteriza que separa Ceuta de Marruecos este lunes y se han dado a la fuga para evitar ser detenidos por la Guardia Civil, aunque uno de ellos ha sido localizado en los montes de la ciudad por los agentes del instituto armado, que acudieron al lugar donde se produjo la entrada, según fuentes de la Delegación del Gobierno en la ciudad autónoma.

El salto se ha producido prácticamente por el mismo sitio en el que ayer otros tres inmigrantes consiguieron entrar en la ciudad. Los inmigrantes han entrado a las 08.30 horas por el kilómetro 4 de los 8,2 de perímetro fronterizo terrestre que separa Ceuta de Marruecos tras flanquear el doble vallado, que tiene seis metros de altura.

La diferencia es que los tres inmigrantes, nada más pisar el suelo español, se han dado a la fuga por los montes próximos para no ser detenidos por la Guardia Civil. Se espera que los dos que no han podido ser localizados se personen en las dependencias de la Jefatura Superior de la Policía Nacional o en el Centro de Estancia Temporal en las próximas horas, como ha ocurrido en otras ocasiones.

En la jornada de este domingo uno de los jóvenes quedó enganchado en el vallado y tuvo que ser trasladado al Hospital Universitario para ser curado de las heridas que presentaba en la mano derecha.