Ney es un curioso perro que anima la coruñesa Plaza de Lugo desde hace casi trece años y ahora preparan su estatua para quedar inmortalizado no sólo en la mente de todos los que comparten con él unos minutos cada día.
La floristería Armonía tiene a un golden retriever desde más de doce años —cumplirá trece en agosto— y todo el que pasa por allí lo recuerda siempre por su excelente comportamiento con los visitantes.
Desde que nació, su dueña, Marisol Paz, lo ha tenido junto a ella en su tienda, donde se ha convertido en un atractivo más para pequeños y mayores, que disfrutan con él a cada momento.
Parte de la historia de A Coruña
Ney ha compartido la historia del mercado de abastos más popular de A Coruña, pues empezó en la antigua plaza de Lugo, cuando las floristerías estaban en la última planta, pasó por la plaza de Pontevedra durante las obras y ahora por fin ha regresado a la de Lugo, con el edificio nuevo en el que Armonía ha quedado en el lado peatonal del mercado.
Marisol explica que el perro lleva ahora un cartel que reza "por favor, no me den de comer" porque aunque es un animal "sano", "es mayor" y por eso necesita "una serie de cuidados, como los necesitaría una persona mayor", razón por la que no puede ingerir cualquier cosa.
Nunca ha tenido ningún tipo de problema de comportamiento, pues es muy manso y además es especialmente bueno con todos los niños, a los que muchas veces asocia con la comida y se acerca a ellos "a ver si cae algo".
Aunque no le ha atacado a nadie, sí asalta sabrosos bocadillos que algunos pequeños llevan. Lo hace mientras los infantes están despistados y cuando los críos se dan cuenta su comida ha menguado.
La anécdota más recordada de Ney está relacionada con un señor que padecía de Alzheimer y no conocía a nadie, aunque en casa decía "perro, perro, perro". Sus hijos lo llevaban junto al animal, que se sentaba al lado de la silla de ruedas y este hombre no podía hacer otra cosa más que sonreír.
Ahora está en marcha un proyecto para hacerle una estatua, que cuenta ya con el permiso del ayuntamiento para colocarla en la zona peatonal de la plaza de Lugo, frente a la floristería.
Ya está hecho el modelo en barro, a cargo del artista de Arteixo Miguel Couto, pero falta el definitivo en bronce, que cuesta 12.000 euros, que recaudará una sociedad sin ánimo de lucro que está en proceso de constituirse para que así Ney quede para siempre en la memoria de los coruñeses. Hace un par de años que la iniciativa de hacerle una estatua ya estaba en boca de los coruñeses, que querían recaudar fondos para ella una vez lograsen el visto bueno del ayuntamiento.
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