Los carnavales se disfrutan pese a la intensa lluvia que no cesa de caer

Se suspendió algún acto, pero la alegría se adueñó de la plaza Nueva.
La danza de la lluvia acompañó durante la mañana de ayer a los que se animaron a disfrazarse con lo que caía.(Bergoña Hernandez)
La danza de la lluvia acompañó durante la mañana de ayer a los que se animaron a disfrazarse con lo que caía.(Bergoña Hernandez)
La danza de la lluvia acompañó durante la mañana de ayer a los que se animaron a disfrazarse con lo que caía.(Bergoña Hernandez)
Habían sido muchos días de ensoñación y preparación como para que la intensa lluvia que no cesó el sábado, y  en menor medida ayer, pudiera con la magia de los carnavales en Bilbao y en numerosos pueblos vizcaínos.

Las calles se llenaron de hadas, indios, gallos, ángeles y todo tipo de disfraces que sus portadores protegían con un mosaico de paraguas.

El concurso de disfraces se celebró finalmente, aunque a oscuras, porque el agua y la electricidad no sonbuena compañía. El desfile no pasó por la Gran Vía, por orden municipal, pero el público rió con la ironía de los comparseros sobre la prohibición. Diez carrozas, 40 grupos, una fanfarria y dos toneladas de caramelos y ya está. Hubo desenfreno en el espacio llamado Trópico, como corresponde, y El Casco Viejo recordó a Río de Janeiro y su samba.

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