Quizá inspirados en la crisis de la gripe aviar o por el colorido que pueden dar a la noche, lo cierto es que los disfraces que ya se han agotado en las tiendas son los del gallo y la gallina. Eso, entre los jóvenes, ya que los más pequeños se decantan por los clásicos. «Como siempre, los piratas, que también triunfan entre los adultos, y el de Spiderman», explica Arantza, compañera de Susana.

Y también, como cada año, los padres son los encargados de encontrar el disfraz de los niños. «Mi hija tiene 11 años y nos ha pedido un disfraz de zíngara; aunque lo han decidido en la ikastola», cuenta Alberto, que lleva un rato dando vueltas por la tienda en busca de lo más adecuado.

Nos gastamos 30 euros en vestirnos

Los vascos nos gastamos una media de 30 euros en comprar el disfraz. «La verdad es que los disfraces tienen muy buena calidad para el precio que tienen», afirma Arantza Fernández de Bilbo Carnaval, donde tienen trajes desde 15 hasta 90 euros. Aunque siempre se lo puede hacer uno mismo.