El Palacio de Kensington recogió el martes por la noche la tradicional Gala de Invierno de Inglaterra en la que, como no podía ser de otra forma, el príncipe Guillermo fue el anfitrión. Una fiesta benéfica por todo lo alto que llevó al heredero al trono a subirse al escenario y demostrar sus dotes de canto.

Taylor Swift y Jon Bon Jovi eran dos de los invitados de lujo que acudieron a la gala, y fue con ellos, con los que el príncipe protagonizó uno de los momentos más divertidos y memorables de la noche.

Sorprendiendo a todos los invitados, Guillermo de Inglaterra siguió la invitación de Taylor Swift de que subiera al escenario con Bon Jovi y cantara con ella los coros de su famoso tema Livin' on a Prayer.

Guillermo, que había estado charlando con Jon y Taylor en la recepción de bebidas antes de la gala, dijo entonces que sólo iba a cantar con una condición: que Taylor se uniera a ellos, y la cantante así lo hizo.

A la señal de esta última, y tras respirar hondo, iniciaban una actuación de la que sin duda todo el mundo hablaría al día siguiente.

El rockero estadounidense recibió de manos del heredero británico el premio Centrepoint de Inspiración a los Jóvenes por su labor al frente de la Soul Foundation, que creó en el 2006 para combatir la pobreza y ayudar a personas sin hogar..

Además de una emocionada Swift, que declaraba nerviosa "es mi primera actuación en un palacio", a la espectacular gala asistieron otros famosos como el actor Benedict Cumberbatch o el cantante James Blunt.

Una ceremonia llena de elegancia y personalidades en beneficio de la casa de caridad Centrepoint, con la que Guillermo colabora desde el año 2005 siguiendo la estela de su madre, Diana de Gales.