Los organizadores de las fiestas madrileñas del Orgullo Gay han lamentado este jueves la presunta intención del Ayuntamiento de "estrangular" este evento, la fiesta de Madrid más conocida en el mundo -han dicho- que tanto turismo y beneficio económico genera en la capital española.

En una rueda de prensa los promotores del "Orgullo", han explicado que lamentan las quince multas que el Ayuntamiento les notificó esta semana, por valor de 159.809 euros, por haber superado durante la última fiesta, en julio pasado, los niveles máximos de ruido permitidos.

Las multas, que recurrirán, obedecen a "la aplicación restrictiva y arbitraria de la excepcionalidad", ha dicho el secretario general de la Asociación de Empresarios y Profesionales para Gays, Lesbianas, Bisexuales y Transexuales de Madrid (AEGAL), Juan Carlos Alonso.

Alonso, que ha estimado en más de 110 millones de euros los beneficios que deja la fiesta, ha comparecido ante la prensa junto con la presidenta de la Federación Estatal de Lesbianas, Gays, Transexuales y Bisexuales (FELGTB), Boti García Rodrigo, y el vicepresidente de el Colectivo de Lesbianas, Gays, Transexuales y Bisexuales de Madrid (COGAM), Ronny de la Cruz.

Al igual que Alonso, Boti García ha criticado el "uso interesado y restrictivo" de la normativa con la intención de acabar con las organizaciones que conforman la FELGTB, y ha afirmado que para el Ayuntamiento quizás "sean distintos los decibelios del Orgullo Gay" a los que generó la noche de los JJ OO (en septiembre pasado) o los de cualquier otra fiesta musical de las celebradas en la capital.

Los organizadores han manifestado su "perplejidad" por "la campaña que se monta cada año contra esta fiesta" y ante "la voluntad de ahogar financieramente" a los organizadores, que han reiterado cómo y cuánto son "escrupulosos" en el cumplimiento de la normativa vigente.

Juan Carlos Alonso se ha preguntado por qué el Ayuntamiento recurre a una "interpretación tan restrictiva" de la excepcionalidad oficial que cobija a algunos eventos y se ha quejado de que lo hecho contra el "Orgullo" es una "arbitrariedad" que les genera a los organizadores una "sensación de indefensión".

Boti García, por su parte, ha reprochado la "falta de voluntad política" del Ayuntamiento: "Parece como si no quisieran ver el enorme beneficio que genera la actividad económica y el lleno hotelero" que se produce durante los días de la fiesta Orgullo Gay.

La presidenta de la FELGTB ha dicho que la aplicación efectiva de las multas "llevaría a una situación de quiebra" a la organización, lo cual supondría también "una pérdida para Madrid", y ha expresado su convencimiento de que "la ideología de Botella no debe incidir en su responsabilidad política".

Por todos los motivos que han expuesto, los organizadores crearán una plataforma ciudadana con la que pedirán a los ciudadanos de Madrid su apoyo para la fiesta del Orgullo Gay.

El secretario general de AEGAL ha destacado que cada año aumenta el interés nacional e internacional por la fiesta y ha recordado que acuden a ella turistas de América, Asia y Oriente Medio, muchos de ellos procedentes de países donde no pueden disfrutar de "la libertad y del modo de vida" que encuentran en Madrid.

Según Alonso, el Orgullo Gay, "el mayor evento de la ciudad", genera en la capital un impacto económico muy alto "y creciente" con ocupación hotelera del 100% y de un 24% adicional en la actividad económica.

Y ha recordado que Madrid, que ya celebró con éxito en 2007 el Europride, será la sede en 2017 del World Pride, el festival mundial del Orgullo Gay, que prevé una gran afluencia de turistas y que captará la atención de millones de personas en todo el mundo.