Los lienzos de Raquel Huerta han viajado por carretera, han sido expuestos en un antiguo pozo de agua y nunca se los han devuelto tan maltrechos como en la sala de exposiciones del centro cultural Fernando de los Ríos, de Aluche.

"Coloqué los cuadros el 16 de enero y la semana pasada mi madre vino a verlos y descubrió que se habían combado", explica la autora minutos después de interponer una denuncia en la Junta Municipal de Latina por la "dejadez" del personal del centro cultural.

Raquel cree que la curvatura de los cuadros se ha debido al calor excesivo de los radiadores de la sala de exposiciones y a que no existe vigilancia.

La directora del Fernando de los Ríos, Eudosia García, cree que el origen de las malformaciones está en "los materiales que usa Raquel Huerta, y puntualiza que a la pintora se le advirtió de que el centro "no se hacía responsable de los hurtos o daños y, que sin embargo, ella aceptó estas condiciones".

La artista asegura que con su denuncia no busca una compensación económica, sino hacer público la falta de cuidado con la que han tratado lo que para ella "es un año y medio de duro trabajo", dice.