La comunidad autónoma de Castilla y León acoge 40 de los 62 experimentos con alimentos transgénicos solicitados por las empresas, según el informe publicado por Amigos de la Tierra, Access Info Europe, COAG, Plataforma Rural y Red de Semillas que han elaborado un mapa con la ubicación exacta de los campos experimentales con esos productos modificados.

En concreto y según ha asegurado este miércoles el secretario técnico de COAG en Castilla y León, Prisciliano Losada, la mayor parte de los experimentos solicitados en 2012 y 2013 por las empresas biotecnológicas han tenido lugar en ubicaciones desconocidas de la Comunidad Autónoma, muchos de ellos con remolacha transgénica.

Tras recordar la importancia del cultivo de la remolacha para Castilla y León, Losada ha advertido de que los agricultores no quieren experimentos con remolacha transgénica ya que si se contaminan sus cultivos tendrían "serios problemas" para comercializar su producción.

Losada ha advertido de que el riesgo de contaminación es "muy alto" en el caso de la remolacha, "debido a que es una planta cuyo polen alcanza grandes distancias". "Aunque no es autóctona, existen poblaciones asilvestradas de remolacha en muchas zonas", ha añadido.

Estos colectivos han acusado además al Gobierno de la nación de haber proporcionado la información a las organizaciones fuera de plazo y cuando la mayor parte de los experimentos han finalizado y han advertido de que los experimentos al aire libre con cultivos transgénicos presentan "elevados riesgos ambientales y sanitarios".

Así y ante los "numerosos casos" de contaminación en todo el mundo las organizaciones han solicitado al Gobierno de la nación mayor transparencia y rigor en torno a esos productos modificados.

Del mismo modo, han lamentado que España se haya convertido en el campo de experimentación de las multinacionales del sector debido a que el Gobierno ha ocultado su localización exacta —según sus datos, este país acoge el 67 por ciento de todos los experimentos realizados en Europa—. También ha sido el lugar elegido por la empresa británica Oxitec para la primera liberación de moscas transgénicas en todo el mundo, "experimento aún pendiente de autorización".