Las personas mayores siempre han sido las principales víctimas de los asaltos en plena calle. De hecho, este colectivo sigue sufriendo con intensidad los robos en la vía pública de Madrid. Pero en los últimos meses, los atracadores han puesto en su punto de mira a un nuevo grupo de personas también indefensas: la Policía ha detectado un aumento de los asaltos callejeros a adolescentes, cometidos también por gente joven a la salida de institutos, centros comerciales y zonas de ocio. "Los atracos a ancianos siguen subiendo, igual que siempre, pero lo más preocupante ahora es la nueva modalidad de robos con violencia a chavales", aseguran diferentes fuentes de la Policía Nacional.

Los robos con violencia o intimidación en la vía pública aumentaron un 19,8% en un año en toda la región (de los 15.033 casos registrados en 2011 a los 18.007 que se denunciaron en 2012), según el último anuario oficial del Ministerio de Interior. La Policía Nacional asegura que esas cifras elevadas "se mantienen en lo que llevamos de 2013, con lo que previsiblemente el dato se incrementará al cerrar este año sobre todo en la nueva modalidad de atracos a adolescentes". Según la experiencia de los agentes, "el origen de este incremento hay que buscarlo en la crisis, ya que la mayoría de estos delitos son cometidos por personas que atraviesan un difícil momento económico".

En el caso de los robos entre jóvenes, su principal motivación es "reafirmarse en su pandilla de amigos, como en otros tipos de actos vandálicos", según la Policía. Aunque los agentes han detectado que "un número creciente de ellos también roban por necesidades económicas: al joven que deja de estudiar y no puede incorporarse al mercado laboral también le afecta la crisis y muchos están acudiendo a los atracos, bien para pagarse sus vicios o algunos para darle el dinero a sus familias", explican fuentes policiales. El botín suele consistir en móviles, zapatillas de marca y pequeñas cantidades de dinero.

Los atracos se han intensificado, principalmente, en las salidas de institutos, en los centros comerciales y en las zonas de ocio donde suelen reunirse los jóvenes. Los barrios más afectados se concentran en el sur de la capital (en distritos como Villaverde, Carabanchel,Usera o Vallecas) y en los municipios del cinturón sur metropolitano (con especial incidencia en Parla, Leganés o Fuenlabrada). "Al ver este aumento estamos desplegando dispositivos especiales mediante agentes de paisano que controlan estos centros de reunión de jóvenes. El objetivo es frenar esos atracos y algo se está consiguiendo", explican dichas fuentes. Las asociaciones de vecinos de Usera, Villaverde y Vallecas conocen varios casos de residentes de esos barrios que han sufrido robos en la calle.

Por otro lado, los expertos en seguridad también están preocupados por los asaltos a personas mayores. "Siguen el típico procedimiento de apostarse en las puertas de mercados, donde suelen ir a comprar los ancianos. Cuando salen los siguen hasta sus domicilios y los acorralan en el portal para quitarles el dinero que lleven encima", cuentan. Los asaltantes de ancianos sí suelen ser bandas con una mayor organización, que eligen estas víctimas porque oponen menos resistencia y acostumbran a llevar grandes cantidades de dinero encima.

Pero no solo se disparan los asaltos callejeros, sino que también aumentan los atracos a pequeñas tiendas de barrio (un 9%), cometidos cada vez más por personas desesperadas por la crisis y sin ninguna experiencia en actividades delictivas, bautizados como delincuentes por necesidad. Mientras, según la estadística oficial, los robos con violencia en domicilio (asaltos mientras los habitantes están dentro de la casa) crecieron un 34,3% en un año; y los hurtos cometidos por carteristas se incrementaron un 1,4%. En cambio, según la Jefatura de Policía, los hurtos en el metro siguen una tendencia descendente en los últimos años.