El paro se notará durante toda la jornada, pero fundamentalmente por la noche, cuando los dueños de las licencias evitan salir. Y es que buena parte de los 1.324 taxis de la ciudad los conducen asalariados. «La mayoría de los autónomos no se dedican a esto», aseguró el vicepresidente del colectivo de asalariados del taxi en CCOO, José Carlos Martín, al término de la reunión celebrada ayer el Servicio Extrajudicial de Resolución de Conflictos Laborales de Andalucía (Sercla) para buscar una salida sin necesidad de llegar a la huelga.

Seis horas duró la negociación entre el Ayuntamiento, la patronal y sus asalariados. Pero terminó en nada y con otra convocatoria de paro para el 5 de enero. Pese a no ser parte implicada en el conflicto, el Consistorio puso encima de la mesa una oferta: dar 25 licencias en 2007 (15 rescatadas de autónomos jubilados para los asalariados y 10 nuevas). Eso sí, sólo para conducir coches adaptados a minusválidos y así remediar las reticencias del sector.

Las dos posturas

Los asalariados: Dicen que desde 1987 no se dan licencias nuevas y hacen falta 340 con el aeropuerto y el AVE. Piden al Ayuntamiento que siga rescatando licencias y se las venda por antigüedad.

Los autónomos: Los 1.324 no quieren más licencias nuevas. Defienden su derecho a venderlas a precio de mercado, a quien más pague.

 ¿Dónde está el conflicto?

La reunión de ayer se cerró sin acuerdo por la negativa de los autónomos a que se concedan nuevas licencias. Quieren mantener su derecho a vender las suyas al que pague más. Hasta hace un mes no era posible al existir un plan municipal (desde 2001) que consistía en que cada año el Ayuntamiento se hacía con una veintena de permisos y se los daba a los asalariados por antigüedad: el taxista jubilado recibía 12.000 euros, cantidad que llega a triplicarse en caso de subasta.