El propietario de Zara, Amancio Ortega, dejó sin pagar 33 millones de euros del impuesto de patrimonio entre 2001 y 2003, según el diario El País. Esa cantidad correspondería a una venta de acciones de Inditex por valor de 1.300 millones que luego fue invertida en sociedades de inversión inmobiliaria de capital variable.

No hay delito, porque no hubo intención de ocultar capitales o de simular declaraciones, aunque sí existió una pirueta fiscal para que esas inversiones estuvieran exentas del gravamen del impuesto de patrimonio.

Según explica el diario, los asesores de Ortega pusieron las sociedades de inversión a nombre de otras sociedades familiares dedicadas al negocio inmobiliario, puesto que la normativa del impuesto de patrimonio dejaba las participaciones en empresas familiares exentas de tributación. Hacienda y la Justicia detectaron esta práctica como un abuso de la norma.

Tras pasar por el Tribunal Económico Administrativo de Galicia y por el Tribunal Superior gallego, el Supremo ha desestimado el último recurso posible que le quedaba a Amancio Ortega, por lo que tendrá que abonar esos 33 millones.

Al rechazar el Supremo que la ley pueda interpretarse como lo hacían los asesores de Ortega, la mujer y la hija del empresario tendrán que pagar casi 900.000 euros y más de 336.000 euros respectivamente, mientras que el vicepresidente de la compañía Inditex tendrá que pagar 365.000 euros por este mismo motivo.