Los Encuentros de Arlés de 2013 critican la "erradicación del blanco y negro" de la fotografía

  • El festival de la Costa Azul propone este año una radical reflexión sobre la dictadura del color y la "desaparición" de la magia y la poesía de las fotos en blanco y negro.
  • Medio centenar de exposiciones y tres simposios están programados entre julio y septiembre en la 44ª edición del veterano y siempre sugestivo certamen.
  • Hay estrenos mundiales de retrospectivas del japonés Hiroshi Sugimoto, los chilenos Sergio Larrain y Alfredo Jaar y el francés Jacques Henri Lartigue.
Foto del pueblo de Corleone (Sicilia), del reportero chileno Sergio Larrain
Foto del pueblo de Corleone (Sicilia), del reportero chileno Sergio Larrain
© Sergio Larrain/Magnum Photos
Foto del pueblo de Corleone (Sicilia), del reportero chileno Sergio Larrain

El veterano festival de fotografía Les Rencontres d'Arles (Los Encuentros de Arlés), que se celebra en la ciudad provenzal del sur de Francia, a las puertas de la Costa Azul, desde 1970, se pone este año combativo y propone una denuncia radical sobre el peligro de la "desaparición" interesada del blanco y negro en favor del color digital. Bajo el lema Arles in Black (Arlés en negro), el certamen pone sobre la mesa el debate sobre la "erradicación" de una forma expresiva y la muerte lenta de "los misterios y la magia de las artes del revelado en el cuarto obscuro".

Con medio centenar de exposiciones, tres simposios y numerosas actividades complementarias, esta edición, la 44ª, está programada entre el 1 de julio y el 23 de septiembre. Los organizadores esperan superar los 75.000 asistentes que se dejaron seducir en 2012 por algunas de las muchas propuestas del festival, siempre sugestivo, interesante y valiente.

"Paradójica y radical"

El director de los Encuentros, François Hébel, explica que puede parecer una decisión "paradójica" y "radical" dedicar casi todas las exposiciones de este año a fotógrafos que se expresan en blanco y negro, pero opina que el momento lo requiere porque esta posibilidad artística "casi ha desaparecido" a partir del año 2000, cuando el color "estableció su supremacía" ayudado por el rápido desarrollo de la tecnología y las políticas de mercado de las grandes corporaciones.

La dictadura del color derivada del software, la universalización de las redes sociales y los smartphonescada año se hacen en el mundo 375.000 millones de fotos, el 55% de ellas de bebés con destino a perfiles de Facebook y otros tableros online—, está cambiando el estatus del fotógrafo, ya se trate de un aficionado, un artista o un fotoperiodista. También se ven afectados, añade Hébel, la relación del fotógrafo con sus modelos y el modo mismo de creación de la fotografía, a cuyo proceso no le queda casi nada de la magia del pasado.

El viejo "desdén" hacia el color

El director del festival compara lo que está sucediendo con el "desdén" con que los fotógrafos más académicos miraban al color hasta 1980 y el accidentado ascenso de las imágenes basadas en los tres colores básicos, que estaban relegadas a la publicidad y no se consideraban capaces de competir en creatividad con el blanco y negro, considerados "los tonos inherentes" del arte fotográfico.

"El lento declive del blanco y negro comenzó a principios de los años noventa, cuando el color se hizo estable gracias a los avances técnicos y el mercado del arte demostró un repentino interés por la fotografía, convirtiendo a jóvenes fotógrafos en estrellas. La erradicación actual del blanco y negro lleva a la desaparición de los álbumes familiares y las fotos retocadas con pintura. Con el color digital son posibles tamaños más grandes de impresión, junto con instalaciones... Lo digital aumenta las posibilidades", añade.

"¿Ficción, poesía o pura nostalgia?"

Con este panorama tan pobre para las fotos en blanco, negro y gamas de grises, el festival de Arlés propone una pregunta: "¿Qué papel le queda hoy a las fotos en blanco y negro: realismo, ficción, poesía, abstracción o pura nostalgia?". Para buscar respuestas y demostrar que la libertad de género nunca debe ser condicionada por los dictados comerciales, el certamen se ha teñido de negro. Quieren saber la respuesta, sobre todo, de los jóvenes que han crecido empapados en la cultura del color.

Entre las exposiciones destacan varias que son estrenos mundiales y que han sido especialmente organizadas por Les Rencontres. Habrá antologías retrospectivas del japonés Hiroshi Sugimoto (1948), gran explorador de la aplicación fotográfica del fujo de conciencia; los chilenos Sergio Larrain (1931-2012) y su visión poética y delicada del mundo, y Alfredo Jaar (1946), especializado en instalaciones donde el documentalismo se cruza con la arquitectura y el cine, y el francés Jacques Henri Lartigue (1894-1896), que retrató la vida loca y sin problemas de los años veinte.

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