(AM)C.Un exconsejero de Caixanova dice que la fusión fue "con calzador" y con "total empuje" de Feijóo y Currás

Admite que la comisión de control de Caixanova no se interesó por la cuantía de las indemnizaciones porque "confiaba" en sus exdirectivos
Álvarez Nó
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EUROPA PRESS/REMITIDO
Álvarez Nó

El expresidente de la comisión de control de Caixanova, Ramón Álvarez Nóvoa, ha juzgado que la fusión de las cajas gallegas se hizo "con calzador" y "con el empuje total de la conselleira (Marta Fernández Currás) y del presidente (Alberto Núñez Feijóo).

Lo ha dicho en la comisión de investigación de las cajas, en la que reiteró que "el sentir general de Caixanova" era que la fusión "no era una buena opción", pero se vio abocada a ella por, entre otras cosas, las regulaciones del Banco de España, las exigencias del nivel de tamaño y del "poder político". "Sencillamente no se podía decir que no", ha asegurado.

De hecho, en sus explicaciones a respuestas de los grupos, aseveró que "era lo único que se aceptaba", pero abundó en que su opinión era contraria, puesto que, además, "era evidente que iban a tener que prejubilarse" empleados con alta experiencia. "La desaparición brusca de todo aquel personal, de tanto peso, fue un factor muy importante en la evolución de la desaparición", añadió.

En todo caso, en el escenario que se planteó, ha afirmado que la entidad del sur "luchó para una buena fusión", pero en ese momento "se terciaron cambios del Banco de España y de Hacienda", a lo que hay que sumar que no se vendieron las oficinas previstas. Pero, según ha sostenido, "la comisión de control no podía controlar todo esto".

Asimismo, el expresidente de la comisión de control de Caixanova ha subrayado que su mayor preocupación en el cargo fue "tratar de salvar la obra social". "Eso fue por lo que me quedé allí, porque bastantes personas (de la ciudad olívica) pedían que salvásemos una obra tan importante para Vigo como fue la obra social", ha afirmado.

Precisamente, con anterioridad, afirmó que "tal vez" la decisión "más seria" que debía haberse adoptado era "irse" y decir: "Señores, nosotros en esto (la fusión) no entramos y nos vamos. Ahí se quedan ustedes con Caixanova y hagan la fusión que quieran". "A toro pasado es fácil decirlo, en aquel momento creo que no podía hacer más", ha apostillado.

Contratos de alta dirección

Por otro lado, ha asegurado que este órgano tuvo conocimiento de que se habían hecho "una puesta al día de las retribuciones", pero "no se habló de cifras en ningún momento ni allí ni en el consejo de administración".

"Teníamos desde luego mucha confianza en ellos como para que se hicieran las cosas normal", ha asegurado en su comparecencia en la comisión que investiga la fusión de las cajas —Caixanova y Caixa Galicia—, incluyendo las indemnizaciones a exdirectivos.

"Era la época alrededor de la fusión y estábamos pensando en un problema de mucha más cuantía para estar preocupados de las cifras de las indemnizaciones", ha asegurado Álvarez Nóvoa, quien dijo que la fusión se había hecho "con calzador" y quien también culpó del fracaso a "los cambios normativos que se variaron en periodos muy cortos" .

PREFERENTES

Sobre la venta de preferentes, ha reconocido que "no se comercializaron correctamente", lo cual ha apoyado en las sentencias judiciales que está habiendo, y ha asegurado que la mejor solución sería "devolver el dinero a esta gente que lo ha perdido de una manera un tanto lamentable".

En su intervención, afirmó que el papel de la comisión de control incluía la supervisión de la comercialización, pero esta actuación "venía muy definida" del informe que llegaba del consejo. "Nos dejaba muy tranquilos como para poder intervenir en él", ha agregado.

En cuanto a si la comisión de control advirtió de riesgos por la expansión inmobiliaria, Álvarez Nóvoa apuntó que "hubo algunas" veces en que se dijo "que había que tener cuidado", pero "en términos generales, fueron decisiones generalizadas en todo el país y no se consideraron que pudieran ser de riesgo, dado que la situación no era alarmante". Al respecto de posibles irregularidades, ha manifestado que "no hubo que transmitir ninguna irregularidad que nos pareciese importante".

"Yo afirmo convencido que la comisión de control funcionó en lo que en su medida podía ser y con un interés enorme de hacer las cosas lo mejor posible. Las cosas no salieron bien, pero la comisión de control tenía una función muy limitada frente a una serie de hechos ajenos, en los que intervenía la Xunta, opiniones, partidos, el Banco de España, Hacienda", ha reflexionado, antes de remachar que "aquello acabó descomponiéndose".

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