Representantes de la comunidad nigeriana en Bilbao aseguran esperar con "miedo" el desarrollo de las investigaciones policiales tras la brutal agresión que el pasado domingo sufrió Ada, de 29 años, en coma después de ser atacada presuntamente por el experto en artes marciales —supuesto maestro shaolín— Juan Carlos Aguilar.

"Tenemos miedo, porque dicen que hay más cuerpos y huesos", ha asegurado Christian Safua, secretario general de la asociación Nigerian Progressive Union, que ha convocado este miércoles una concentración en rechazo a la agresión. La comunidad se siente, ha explicado, "conmocionada" y "harta", tras otros casos habidos de violencia contra mujeres nigerianas.

El secretario de la asociación nigeriana ha explicado que la herida es "una chica que trabajaba en la calle —ejercía la prostitución—" y ha reclamado más protección e información para mujeres como la agredida porque, al no tener "papeles", tienen "miedo a denunciar". Por el momento, ha dicho, los médicos no permiten que Ada reciba visitas.

El representante de la asociación citada ha afirmado que nigerianos residentes en Bilbao conocen de vista al detenido ya que éste vive en una zona en la que ciudadanos "de raza negra tenemos nuestro ambiente", donde se ubican los bares y discotecas que suelen frecuentar.

Tras admitir la posibilidad de que la joven en coma conociese a su agresor "como cliente", ha señalado que le han llegado comentarios referentes a que en una discoteca de la zona, el detenido "a veces invitaba a tomar algo a las chicas".

Por otra parte, un miembro de la asociación Edo Club de Nigeria y conocido de la víctima, ha asegurado que la joven es una "chica maja" y religiosa que acude a menudo a la iglesia. Así, ha relatado que vive en la capital vizcaína desde hace un año, aunque anteriormente residió en Vitoria y en otros puntos de España, país al que llegó hace unos tres años.

No se sabe cómo contactó con su agresor, aunque la vivienda en la que Ada tenía alquilada una habitación está cercana al domicilio de su agresor, en la calle Iturrizar, a unos 300 metros de distancia.

El domingo, un testigo vio que Ada era obligada a entrar por la fuerza en un gimnasio de artes marciales de Bilbao y llamó a la Ertzaintza. Los agentes que acudieron al gimnasio tuvieron que tirar la puerta del local abajo, con mazas, para acceder al interior, donde encontraron a la víctima inconsciente y con ataduras en manos, pies y cuello.

Junto a ella, en una habitación del gimnasio, se encontraba el supuesto agresor, Juan Carlos Aguilar, un experto de artes marciales de 47 años, que fue arrestado por la Ertzaintza. Desde el domingo, Ada permanece ingresada en coma y en estado "muy grave" en el servicio de reanimación del hospital bilbaíno de Basurto.

Mientras, la Ertzaintza ha encontrado restos humanos en el gimnasio y en el domicilio del agresor, que se ha declarado autor de la muerte de una mujer la pasada semana, y se investiga si pertenecen a uno o más cadáveres.