Los ayuntamientos se  proponen «cortar de raíz» esta práctica. Para ello, siguiendo con la campaña ¿Alcohol a los menores? Ni gota, iniciada en verano, promocionarán la prevención en los planes municipales de drogodependencias. En ellos se incidirá en la concienciación social sobre la venta y el suministro y en el fomento de programas de educación dirigidos a la población más joven.

La intención de ambas instituciones es trasladar el mensaje a los establecimientos comerciales y hosteleros del riesgo para la salud de los menores, «además de ser una práctica ilegal», señaló Javier Madrazo, quien aseguró que ésta «se va a traducir en severas sanciones e, incluso, en el cierre temporal de los negocios».

Ya el pasado septiembre, un local que vendía alcohol a jóvenes los fines de semana en la plaza Unamuno de Bilbao fue clausurado. Además, los consistorios han adquirido el compromiso de informar a las familias de las situaciones más graves, como comas etílicos, protagonizadas por sus hijos.

Otro de los objetivos es retrasar la edad en la que los jóvenes se inician en el consumo de bebidas alcohólicas, que en Euskadi es actualmente a los 14,3 años.